En Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela en Madrid se habla sobre joropo

El Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela en Madrid fortalece su oferta con actividades musicales y artísticas venezolanas, tal y como está establecido en uno de los cuatro vértices de la Gran Misión Vuelta a la Patria.

Fotógrafo: Embajada de Venezuela en España

Con el concierto-conferencia “El joropo y sus andanzas”, a cargo del maestro Rafael Salazar, en el Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela en Madrid (CDCVM), inició la segunda edición del Campamento de Verano “música venezolana”, que reforzará, durante julio y agosto, la oferta destinada a promover espacios culturales para la comunidad venezolana residente en España, que contempla talleres de cuatro, percusión, mandolina, bajo y bandola.

Las clases, completamente gratuitas, de una hora de duración y reforzadas entre el 8 de julio y el 30 de agosto; tienen como objetivo principal consolidar la cultura popular venezolana como alternativa pedagógica y, al mismo tiempo, convertirse en una alternativa para el disfrute de las familias venezolanas, durante la época de vacaciones escolares.

Constituye una oportunidad para que cada estudiante “conozca su identidad, a través de la música”, en palabras del reconocido etnomusicólogo e investigador del folklore venezolano y latinoamericano, Rafael Salazar.

Citando al reconocido poeta venezolano Aquiles Nazoa, el maestro Salazar subrayó que “si se quiere conocer la historia de un país, hay que seguir la huella de su música” y esa, justamente, es la labor del Centro Cultural venezolano, al que describió “como un oasis, que te permite identificarte con la Patria”. 

“Todo lo que tenga que ver con el regreso a la patria, no necesariamente es físico, es también espiritual”, remató el maestro venezolano, en perfecta sincronía con lo establecido en el vértice cultural de la recién inaugurada Gran Misión Vuelta a la Patria, presentada el 17 de junio por el presidente Nicolás Maduro Moros y que contempla la atención integral a la comunidad migrante venezolana residente en el exterior.

Un viaje a las profundas raíces del joropo

Durante esta conferencia-concierto sobre el joropo venezolano, declarado en 2014 Patrimonio Cultural de la Nación, y a la espera desde el 2023 para ser incluido por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el maestro Rafael Salazar hizo una retrospectiva sobre los orígenes del joropo.

“El fandango se propagó desde México hasta la Patagonia y sirvió de base para las danzas nacionales más importantes de cada país. Una de ellas, el fandango redondo, se convirtió en lo que hoy conocemos como el Joropo”, explicó Salazar. 

De acuerdo con el etnomusicólogo venezolano, se tienen registro de 72 versiones regionales del joropo; siendo las más conocidas el guayanés, el oriental, el llanero, el larense y la denominada central o tuyera. Esta última, surgida de las haciendas aledañas a Caracas, dentro del dinamismo comercial asociado a la actividad cafetalera del siglo XVIII.

Una vez popularizado el joropo en todas las regiones del país y tras ser objeto de interés por parte de músicos académicos, a finales del siglo XIX y comienzos del XX, surgen los llamados joropos urbanos, de acuerdo con el maestro Salazar. 

“La Marisela, El Alma Llanera y el Quitapesares son algunas de las piezas más emblemáticas de esa época que, rápidamente, se popularizaron en todo el país. No obstante, la revolución del joropo urbano vendría de la mano de Aldemaro Romero con la llamada ‘onda nueva’, en la que se sustituyó el arpa por el piano y las maracas por la percusión, incorporando elementos del Jazz y del Bossa Nova”, explicó el maestro.

La conferencia del joropo venezolano estuvo acompañada por un concierto, a cargo de los profesores del CDCVM, José Vicente Muñoz (cuatro y bandola) y Roberto Castillo Lagrange (percusión), teniendo como invitados al cuatrista Rafael Muñoz, al guitarrista Luis Sierra y a la cantante Tabaire Díaz, quienes deleitaron al publico asistente con diversas piezas musicales, como “El cumanés”, “Montilla”, “Natalia” y “6 guayanés”, en las que quedaron plasmadas las diversas representaciones regionales del joropo venezolano.

Embajada de Venezuela en España / Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela en Madrid