Discurso del canciller Jorge Arreaza durante Cumbre sobre la Diversidad Biológica.

A pesar de los innumerables esfuerzos realizados en materia de diversidad biológica, los datos científicos demuestran que los resultados no son alentadores y exigen un mayor compromiso por parte de todos los pueblos.

A pesar de los innumerables esfuerzos realizados en materia de diversidad biológica, los datos científicos demuestran que los resultados no son alentadores y exigen un mayor compromiso por parte de todos los pueblos, los gobiernos y demás involucrados para cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, para así mitigar, al menos, el daño ocasionado por el modelo económico capitalista a nuestros ecosistemas y a la vida en el planeta.

El tiempo se ha agotado, ya no hay espacio para seguir dilatando las decisiones necesarias que nos demandan los pueblos. Le hablamos a las grandes potencias, nuestra Pacha Mama puede vivir sin el ser humano, pero ¿acaso creen que el hombre, la mujer, la economía pueden existir sin la Madre Naturaleza?

 

Es evidente que la crisis actual es de carácter estructural y se debe principalmente al modelo de anti-desarrollo capitalista imperante, con un incremento de patrones de producción, distribución y consumo que son insostenibles e incompatibles con el medio ambiente.

 

Estamos en la víspera de adoptar un marco global para la biodiversidad post-2020; ojalá sea un marco equilibrado, donde se desarrollen objetivos y metas que estén en consonancia con los tres objetivos del Convenio sobre Diversidad Biológica.

 

Hoy, la pandemia del COVID-19 ha desnudado lo que hemos venido diciendo durante décadas ya: el modelo capitalista es profundamente inhumano, depredador, incompatible con la diversidad biológica, con la vida en el planeta, la ha puesto en riesgo.

 

Venezuela, como uno de los 17 países megadiversos del mundo, otorga un rango y una importancia esencial al fortalecimiento del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

 

Este sistema está constituido principalmente por las Reservas de Biósfera, Parques Nacionales, Monumentos Naturales, Santuarios, Refugios de Fauna Silvestre y Zonas Protectoras, cuya superficie aumentó del 33 al 43% del territorio nacional con la declaratoria del Parque Nacional Caura en marzo del año 2017, con 7,5 millones de hectáreas de Selva Tropical Húmeda, es el más extenso del mundo.

 

El 17,5% de las zonas marino-costeras están bajo figuras de protección, dada su importancia para la regulación de concentraciones de CO2 en la atmósfera y la biodiversidad marina.

 

Disponemos de 5 sitios RAMSAR, Regiones de Humedales Protegidos, y en los próximos meses propondremos 10 más, por su importancia para la biodiversidad bilógica como humedales.

 

Si bien Venezuela es el país con la mayor reserva petrolera del mundo, su matriz de energía eléctrica está constituida en un 80% de hidroelectricidad.

 

Hemos relanzado, además, la Misión Árbol, la reforestación de nuestros espacios en el hogar, en las escuelas, las universidades, los espacios públicos y unidades de producción, incluso, que permitirán cumplir la meta de 10 millones de nuevas plantas forestales, medicinales, frutales o incluso como banco de proteína.

 

Somos un pueblo heroico que resiste con dignidad las agresiones constantes; estamos en ofensiva, de pie, también en los asuntos del medio ambiente. Venezuela cumplió a cabalidad con las metas del milenio en materia ambiental y estamos comprometidos, y así lo ratificamos hoy, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aun a pesar del bloqueo criminal de los Estados Unidos contra nuestro país.

 

Pero este desafío es de todos, no es de un país o de una región, debemos actuar juntos, coordinados, comprometidos con la vida, con la paz, basta ya de egoísmos, basta de priorizar la acumulación y la ganancia sobre la vida.

 

¡Es hoy o es nunca!

 

Muchas gracias.

 

Nueva York, 30 de septiembre de 2020