Con la realización de una ofrenda floral ante el monumento del general Lázaro Cárdenas del Río, Venezuela y México conmemoraron este lunes el octogésimo sexto aniversario de la Expropiación Petrolera del país azteca, que tuvo lugar en 1938.
En la actividad, que se desarrolló en la avenida México de Caracas, estuvieron presentes la subsecretaria para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Laura Carrillo; el embajador de este país en Venezuela, Leopoldo de Gyves; el embajador de Venezuela en México, Francisco Arias Cárdenas y representantes del Despacho del Viceministro para América Latina del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela.
“Me honro en transmitir el saludo del presidente Andrés Manuel López Obrador, de la canciller Alicia Bárcena y, sobre todo, del pueblo de México, que hoy conmemora la expropiación del petróleo mexicano, que fue un proceso muy importante para la nación, la culminación de la tercera transformación”, expresó Carrillo, haciendo referencia a que la Revolución Mexicana le abrió las puertas del desarrollo a la nación.
“El Estado ahora es dueño de los recursos naturales y como tal, todos los mexicanos somos dueños de esos recursos. Por eso, es tan importante celebrarlo, pero también estar conscientes de su defensa, (porque) estamos en una cuarta transformación… (y) estos valores, esta cultura, le pertenece no solo a México y Venezuela, sino también a toda América Latina y el Caribe… Estamos unidos para la defensa de nuestros derechos”, sentenció.
El 18 de marzo de 1938 se produjo la Expropiación Petrolera de México, un acto que permitió la nacionalización de la industria petrolera nacional, gracias a que el para entonces presidente de la República, Lázaro Cárdenas del Río (1895-1970), expidió un decreto para apropiarse legalmente del crudo que explotaban 17 compañías extranjeras, que mantenían el control del sector en detrimento de los intereses del pueblo.
En concreto, Cárdenas del Río expropió desde las instalaciones de las petroleras hasta sus maquinarias y estableció que el Estado tendría el control total sobre la producción y comercialización del crudo a nivel nacional; acción que incrementó los ingresos económicos de la nación.
