En la voz del representante permanente ante la sede Ginebra de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), embajador Hector Constant Rosales, Venezuela hizo un llamado a todos los países a promover espacios solidarios de discusión y diálogo sobre la atención a refugiados sin intolerancia, condicionamientos ni politización.
Durante su intervención en la segunda edición del Foro Mundial sobre los Refugiados, el diplomático explicó la necesidad de crear estos canales para tratar los casos de personas desplazadas desde países que aún se encuentran en procesos para alcanzar la paz, como Colombia, que genera población refugiada hacia Venezuela desde hace 70 años.
En ese sentido, resaltó que un 75% de la cifra actual de refugiados «es acogido por países en desarrollo, como Venezuela, que ofrece, desde hace décadas, protección integral a quienes huyen de la persecución».
Constant denunció el daño que hace la imposición de ilegales medidas coercitivas unilaterales por parte de los Estados Unidos y sus aliados, las cuales «obstaculizan el acceso a recursos financieros dirigidos a la debida protección de los refugiados. Además, construyen narrativas mediáticas ficticias para atacar y debilitar a los Estados sancionados, promoviendo movilizaciones humanas inducidas que solamente regularizan cuando se han declarado falsamente como perseguidos, malponiendo con ello la sagrada figura del refugio».
En tal sentido, el Embajador exigió el levantamiento de estas medidas y reiteró el compromiso de la nación bolivariana para «seguir protegiendo a los refugiados con recursos propios, pues Venezuela rechaza la mercantilización del refugio».
Además, rechazó el uso del término «refugiados» para referirse a migrantes: «no es negociable para Venezuela aceptar otro concepto de refugio que no sea el establecido en el Protocolo de 1967 y en nuestra legislación. Debemos proteger el mandato y los propósitos del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados)».
El diplomático señaló que esta «edición del Foro se realiza bajo un contexto de grave crisis humanitaria, tanto por el costo humano como por la terrible violación del derecho internacional que presenciamos, incluidas las normas de Refugio», al tiempo que calificó el genocidio del pueblo palestino por parte de Israel como «doloroso e inaceptable».
Por tal motivo, ratificó el llamado urgente de Venezuela a garantizar protección internacional al pueblo palestino y condenó la cobarde masacre de más de 8.000 niños desde el inicio de las hostilidades: «reiteramos nuestro llamado al cese al fuego, al acceso de la asistencia humanitaria y a garantizar una paz definitiva y justa para Palestina, sobre la base de dos Estados, en atención a las resoluciones pertinentes de la ONU».