El proceso de despojo del territorio venezolano de la Guayana Esequiba se ha constituido en una conspiración sistemática y continuada para apropiarse de las riquezas de Venezuela, así recordó el Presidente de la República, Nicolás Maduro, durante el Acto de Unión Nacional en Defensa del Esequibo.
“Entre 1850 y 1895, Venezuela logró valores importantes en la producción de oro en el mundo. Los británicos sabían que la línea Schomburgk no era suficiente para apropiarse de toda la riqueza aurífera de Venezuela y así, en los años 80 del siglo XIX, ampliaron la línea Schomburgk hacia el territorio venezolano, asegurando en la época, a través de amenazas, el uso de la fuerza, asegurando que se trataba de la línea original, falsificando mapas, destruyendo mapas originales y afirmando que su pretensión ya no era exploratoria sino que se trataba de una línea firme que defenderían con el uso de la fuerza”, destacó.
Señaló que los gobernantes venezolanos de la época, decidieron romper relaciones con Londres y solicitaron ingenuamente el apoyo de Estados Unidos, quienes pondrían en marcha la Doctrina Monroe, para adueñarse de Venezuela.
“Esta fue la primera oportunidad donde se impuso la Doctrina Monroe para dominar nuestro territorio. El resultado de este choque entre ambos imperios sacrificó a Venezuela».
Los británicos mantendrían su ocupación sobre Venezuela y a cambio obtendrían el visto bueno para la invasión de Cuba y apropiarse de Islas y Filipinas.
«A Venezuela se le negaría participación y voz decisiva e influyente en todos los procesos que llevaron precisamente a la firma del tratado de Washington en 1897 y al nefasto, írrito, nulo, fraudulento, inmoral, Laudo de París de 1899”, recordó el Jefe de Estado.
El Dignatario también expuso que, luego del tratado de Washington, acuerdo entre Estados Unidos y el gobierno del imperio británico, se pactó en secreto “para desconocer y expropiar a Venezuela de su territorio”.
El presidente Maduro detalló que Venezuela, “que era la gloria de América por su ejército libertador, terminó hecha trizas, dividida, enfrentada en guerras intestinas. Ya se sabía de las inmensas riquezas auríferas, pero también ya se tenían pistas de la riqueza que empezaba a aparecer del petróleo. Venezuela, además, era la tierra de Bolívar, era el ejemplo”.
Prensa Presidencial