La música y la cultura protagonizaron celebración del 61° aniversario de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Trinidad y Tobago - MPPRE

La música y la cultura protagonizaron celebración del 61° aniversario de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Trinidad y Tobago

El moderno teatro NAPA en Puerto España fue el recinto donde se celebró el concierto a cargo de la Orquesta Filarmónica Nacional de Trinidad y Tobago con motivo del 61 aniversario de las relaciones diplomáticas bilaterales entre Venezuela y esta nación caribeña, organizado por la Embajada de Venezuela y la Cancillería de Trinidad y Tobago.

Desde tempranas horas, cientos de personas se agolparon en las afueras del teatro para ingresar a tiempo y presenciar el extraordinario concierto que causó gran expectativa entre venezolanos y trinitobaguenses, al punto tal que días antes del concierto se agotaron los boletos. En total más de mil personas llenaron el NAPA la noche del jueves 14 de septiembre.

Fue así como inició este esperado concierto bajo la batuta del experimentado director de orquesta Roger Henry, en un hermoso escenario adornado en todo su entorno con banderas de Venezuela y Trinidad y Tobago, proyectadas a través de juegos de luces y globos.

Luego de la magnífica interpretación de ambos himnos nacionales a cargo de la orquesta, el embajador de la República Bolivariana de Venezuela, Álvaro Sánchez Cordero, pronunció un discurso en el cual destacó los indelebles lazos de amistad que existen entre Venezuela y Trinidad y Tobago, destacando a la historia y la cultura como aspectos fundamentales de este hermanamiento.

“Venezuela estableció relaciones diplomáticas con Trinidad y Tobago dos semanas después de que este país obtuvo su independencia en 1962; por lo tanto, ambos países han sido aliados estratégicos prácticamente desde el inicio de la vida independiente de Trinidad y Tobago”, afirmó el Embajador, quien añadió que “sin embargo, nuestra relación se extiende más allá de 1962, ya que Venezuela y Trinidad y Tobago han permanecido unidos cultural e históricamente por más de 200 años, e incluso durante milenios si consideramos nuestros ancestrales orígenes indígenas, comunes a ambos países”.

La secretaria permanente, encargada de la Cancillería de Trinidad y Tobago, Neela Ram-Atwaroo, destacó en su discurso los acuerdos en marcha entre los dos países, así como las potencialidades de intercambio y la cooperación en sectores estratégicos como energía y transporte. Asimismo, la funcionaria realizó un interesante recuento acerca de las actividades culturales que la Embajada de Venezuela en Trinidad y Tobago ha venido desarrollando durante este último año.

De esta manera, quedó el escenario servido para que el público disfrutara a plenitud de más de una hora de diversas piezas musicales tradicionales de ambos países, a cargo de la Orquesta Filarmónica Nacional de Trinidad y Tobago.

La orquesta abrió espectacularmente con la icónica pieza “Venezuela”, de Pablo Herrero y José Luis Armenteros, que hizo llorar a más de uno en el público. Además, también interpretó obras del destacado músico y compositor venezolano-trinitobaguense, ya fallecido, Lionel Belasco, tales como “Luna de Maracaibo”, “Palmas de Maracaibo” y “Venezuela”. Se sumaron a éstas: “Analicia” de Rafael Osuna, “Desilusión” de Juan Vicente Torrealba y “Caballo Viejo” de Simón Díaz. Pero, probablemente, la pieza que más contagió a la audiencia fue “Woman de El Callao”.

Seguidamente y para cerrar el concierto, la orquesta realizó una extraordinaria interpretación de reconocidas piezas musicales trinitobaguenses de calipso y soca, tales como “Progress” de Winsford Devine y la contagiosa canción Savannah Grass, del destacadísimo cantante y compositor Kess Dieffenthaller. Asimismo, las piezas originales del propio director Roger Henry, Sinfonía 2: Dance y Tan Tan pusieron punto final a este histórico concierto.

Al final del evento, el público se levantó al unísono de sus asientos para rendirle a Henry y a los músicos de la Orquesta Filarmónica Nacional una merecida ovación de pie, y acto seguido, Helena Sánchez Rey, hija del embajador, le obsequió un ramo de flores al director de la orquesta.

Las palabras de elogio por parte del público a los músicos y a los organizadores de este evento no se hicieron esperar. “Disfrutamos mucho esta hermosa y sanadora experiencia, donde además de entretenernos, pudimos relajar la mente y ponerla a bailar”, afirmó Marcia Guerrero de Lopinot, de Trinidad, quien agregó: “agradecemos la amistad con Venezuela, que es de larga data y basada en la fortaleza de vínculos culturales. Históricamente, estos vínculos nos han rendido innumerables beneficios”.

Embajada de Venezuela en Trinidad y Tobago