La Habana, Cuba.- Para los movimientos y organizaciones del mundo, la Cumbre de G77 +China representa un espacio de integración para los países en vía de desarrollo, bajo los principios de respeto y el rechazo de la hegemonía, además de la defensa de la soberanía.
Llanisca Lugo, miembro del capítulo cubano de organizaciones sociales, puntualizó que la política de solidaridad de Cuba está marcada por el rechazo al intervencionismo de los pueblos y la construcción de lazos fraternos que permitan la consolidación de acuerdos y proyectos a favor de las naciones en crecimiento.
«Cuba nunca ha querido dominar a otros países, ni invadir otros países, ni saquearlos, su política de solidaridad ha sido tradición de la Revolución Cubana, porque sus principios están basados en el diálogo, complementariedad y respeto», expresó Lugo.
Asimismo, calificó el encuentro de más de 130 países como «una expresión y apuesta histórica sólida para la construcción e integración de los pueblos y de la unidad, lo que ha permitido pensar en salidas a la crisis sistémica que hay en el mundo».
Por su parte, Edwin González, delegado de la misión de Puerto Rico, subrayó que la diversidad de los pueblos del mundo ha generado propuestas que apuntan a la coincidencia de esfuerzos e ideas, en aras de aportar soluciones tangibles a los problemas que afectan a las naciones.
«Hay mucha experiencia y diversidad en las cumbres, y es el escenario que permite llegar a consensos en un punto determinante, para promover la lucha por la independencia desde el trabajo social que existe en los pueblos. El colonialismo es un tema que le compete al mundo», señaló González.
Los movimientos y organizaciones sociales de la región cumplen un papel fundamental en la discusión de propuestas de este cónclave, donde Jefes de Estado y de Gobierno, líderes y representantes del mundo debaten la importancia de fortalecer la integración y unidad en el bloque político, económico y social.
Prensa Presidencial