China, socio estratégico en el impulso económico de Venezuela - MPPRE

China, socio estratégico en el impulso económico de Venezuela

Beijing, República Popular China.- Bajo el mecanismo ganar – ganar, sustentado en la igualdad y el beneficio mutuo, Beijing y Caracas representan un modelo ejemplar de asociación estratégica para promover inversiones que tributen al crecimiento económico y social.

La relación bilateral consolidada entre Jiang Zemin y Hugo Chávez en el año 1999, suma más de 600 acuerdos de cooperación y ha facilitado el intercambio comercial, así como fuentes de financiamiento justas para el desarrollo de proyectos en áreas de energía, petróleo, aeroespacial, agricultura, ciencia y tecnología, cultura, transporte e infraestructura (habitacional y vial).

Además de la Comisión Mixta de Alto Nivel (CMAN), que contabiliza 16 reuniones desde el 2001, una de las expresiones tangibles de la cooperación es el Fondo Conjunto Chino-Venezolano (FCCV), creado en 2008, para diversificar el aparato productivo con un monto inicial de 6.000 millones de dólares, de los cuales 4.000 mil millones de dólares provenían del Banco de Desarrollo de China (CDB, por sus siglas en inglés) y 2.000 mil millones de dólares del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes).

En el acta de nacimiento del FCCV se fijan como prioridad planes conjuntos en materia de infraestructura, desarrollo social y desarrollo de energía, así como proyectos integrados de industrialización. No obstante, también está abierto para cualquier proyecto referente a otros campos que generen un impacto significativo en el desarrollo económico y social de Venezuela.

«Con China hemos avanzado desde que el Comandante Hugo Chávez tomó las riendas de la Patria y arrancó las riendas de la Revolución Bolivariana. Se ha avanzado más que en cinco mil años antes, tomamos el camino de la unión, del trabajo conjunto con la gran potencia que ya es China, la gran potencia humana», enfatizó el presidente de la República, Nicolás Maduro, el 19 de octubre de 2018, a poco más de un mes de su tercera visita oficial a la República Popular China.

En las últimas dos décadas, China se ha convertido en uno de los principales socios comerciales de Venezuela y así lo reflejan las estadísticas recientemente difundidas por la Misión Diplomática de Beijing en Caracas: solo en 2022, el comercio entre ambos países alcanzó 3.800 millones de dólares, lo que representa un crecimiento interanual del 20,6%.

Entre enero y mayo de este año, el comercio bilateral ascendió cerca de 1.600 millones de dólares, lo que supone un aumento interanual del 25%. En tanto, las exportaciones registran un ascenso del 50%, citado por el Centro Venezolano de Estudios sobre China (CVEC).

En palabras del embajador Lan Hu, Venezuela «es el socio más importante, más sincero y más confiable» de China, razón por la cual su país está dispuesto a trabajar en conjunto para «promover el proceso multipolar del mundo, la globalización económica y la democratización de las relaciones internacionales».

Un nuevo orden de cooperación

A partir de la iniciativa de «comunidad de destino común», planteada por Xi Jinping en 2012, Beijing dedica esfuerzos para ampliar la convergencia de intereses con América Latina y el Caribe, forjando asociaciones en vez de alianzas que deriven en mayores beneficios para todos.

En este sentido, Xi ha llamado a inyectar dinamismo en las relaciones con el Sur, fundamentalmente mediante la cooperación entre China y países de América Latina y el Caribe del Foro Celac – China, instancia de integración que –con 19 Estados miembros- acumula un PBI / PPA de 10.000 millones de dólares, similar al de la India.

«La historia nos ha enseñado que el camino acertado para la humanidad es el de la paz y el desarrollo, equidad, justicia y cooperación de ganancias compartidas. Siendo por igual países en desarrollo, China y países de América Latina y el Caribe somos socios de cooperación integral de igualdad, beneficios mutuos y desarrollo común; y estamos estrechamente unidos por la aspiración compartida de procurar la independencia, el desarrollo y la revigorización», puntualizó Xi durante la III Reunión Ministerial del Foro Celac – China, realizada en diciembre de 2021.

Los países de América del Sur, miembros del Foro Celac – China, cuentan con una de las mayores reservas de hidrocarburos, así como las principales reservas de biodiversidad del mundo, lo que potencia la iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) concebida como un proyecto económico, productivo e industrial para favorecer los vínculos con el resto del mundo a través de la creación de dos grandes rutas comerciales: una marítima y otra terrestre que unen a China con Europa, África y América Latina.

Estimaciones recientes señalan que la Franja y la Ruta podrían generar alrededor del 55% del PIB mundial, sin contar que -en conjunto- los 139 países adheridos (54 africanos, 37 asiáticos, 30 europeos y 13 latinoamericanos y caribeños) congregan el 75% de las reservas energéticas del mundo y el 70% de la población mundial. De ahí, que sea considerado un proyecto geopolítico de envergadura que, además, enfrenta con contundencia los proyectos basados en la especulación financiera.

China se define como una potencia en el volumen total de comercio de bienes, así como en la captación de fondos foráneos e inversiones, lo que significa una configuración de apertura al exterior de mayor alcance, extensión y profundidad.

Tales características, sitúan a Beijing como referencia de cooperación y uno de los motores de recuperación e impulso de la economía mundial, esto último debido al vertiginoso crecimiento económico que, de mantenerse, podría convertir a China en la primera economía mundial durante la próxima década.

A paso decidido, como diría el Presidente Nicolás Maduro, Beijing demuestra que «se puede ser una potencia sin ser imperialista, extendiendo sus manos a la cooperación, a la solidaridad a todos los pueblos del mundo sin importar su tamaño, su color».

Prensa Presidencial