Considerada como un destacado polo económico y de innovación tecnológica, la ciudad de Shenzhen ha dejado una huella significativa a nivel mundial.
Conocida como el “Silicon Valley de China”, actualmente, es reconocida como la principal urbe para la fabricación y exportación de productos electrónicos en China, consolidándose como la segunda capital financiera y la ciudad más próspera del gigante asiático.
En sus días pasados, Shenzhen era una pequeña aldea de pescadores con apenas 30 mil habitantes. Sin embargo, su acelerada evolución financiera ha propiciado su ascenso y hoy ocupa su lugar en el panorama económico del país.
En 1978, la República Popular China inició un proceso de reforma y apertura económica que sentó las bases fundamentales de su economía actual. Durante la primera fase de este proceso, que abarcó el periodo entre 1978 y 1993, el país experimentó un crecimiento económico sin precedentes al abandonar la economía planificada.
En agosto de 1980, el gobierno chino decidió establecer cuatro zonas económicas especiales: Xiamen, Shantú, Shenzhen y Chuguay. Estas zonas implementaron medidas de mercado y estrategias de inversión pública adicionales a la planificación estatal, marcando un hito en el desarrollo económico y la competitividad regional.
Hace 43 años, en la provincia de Shenzhen, se dio inicio a la primera zona económica especial en el gigante asiático, lo cual impulsó el desarrollo de un complejo de ciudades en la bahía de Guangdong, Hong Kong y Macao.
El presidente de la República Popular China, Xi Jinping, ha instado a avanzar hacia un sistema de administración más científico en términos de comercio interior y exterior; las zonas económicas especiales han logrado avances históricos, transformando un pequeño y atrasado poblado fronterizo en una metrópolis internacional con influencia global.
La zona económica especial de Shenzhen cuenta con importantes ventajas, como su alto nivel de apertura e internacionalización, sus puertos, sus industrias manufactureras, el sector financiero y el comercio internacional.
A través de sus innovadoras y eminentes industrias de excelente calidad, Shenzhen alcanzó, al cierre del año 2022, una cantidad de 12,2 billones de yuanes en activos totales del sector bancario, traduciéndose en un incremento interanual del 8,5% por ciento, reseña el portal web “Xinhua Español”.
Además, se ha impulsado el desarrollo económico en coordinación con el avance socialista en los ámbitos políticos, culturales, éticos y sociales, garantizando la satisfacción de las necesidades básicas de las personas y construyendo una sociedad de alta calidad.
En el ámbito cultural, ofrece amplios espacios para la recreación y el turismo, además de sus imponentes edificaciones financieras y empresariales. Un ejemplo destacado es el parque “La Ventana del Mundo”, donde se puede apreciar una variada gama de estilos arquitectónicos internacionales y disfrutar de presentaciones coreográficas que representan las distintas regiones del mundo.
Con su imparable crecimiento, Shenzhen se ha convertido en un emblema del progreso y desarrollo en China, su evolución económica vertiginosa, en combinación con su riqueza cultural y oferta turística, la posiciona como una ciudad de referencia tanto a nivel nacional como internacional.
A medida que continúa su ascenso, Shenzhen promete seguir sorprendiendo al mundo con su dinamismo y su capacidad para enfrentar los desafíos del siglo XXI, Gracias a su alto potencial económico, la ciudad de Shenzhen ha sido un imán para grandes empresas e inversionistas.
Un dato curioso, es que el pasado 21 de junio, se viralizó en las redes sociales y fue noticia internacional, un espectáculo que se registró con miles de vehículos aéreos no tripulados, más conocidos como drones, que durante la apertura del Festival del Barco Dragón (Fiesta de Duanwu) dibujaron un gigantesco dragón llenos de colores y la impresionante danza que realizaba con los movimientos de los drones.
Prensa Presidencial