La Carta de Jamaica nos llama a la unidad nuestroamericana - MPPRE

La Carta de Jamaica nos llama a la unidad nuestroamericana

Fechada el 6 de septiembre de 1815, la Carta de Jamaica constituye uno de los aportes teóricos fundamentales surgidos del ímpetu y el pensamiento del Libertador Simón Bolívar. Reivindica la condición de americanos de todos los nacidos en el continente, enaltece la noción de americanidad y convoca a todos, más allá de las diferencias, a luchar contra el colonialismo y a conquistar la independencia.

En este documento, Bolívar expone su visión integradora de los pueblos americanos, desarrolla la idea de la patria grande y postula la necesidad histórica de abrazar la defensa de la soberanía política, económica y cultural de las naciones del continente. En síntesis, recoge un cuerpo de ideas filosóficas y políticas resultante de una certera mirada a la realidad de ese momento. La carta tiene plena vigencia, por su valor y significado en los tiempos que corren.

Llamado a la unidad continental

La epístola fue dictada por el mismo Bolívar para responder a los interrogantes y planteamientos que en otra carta le hiciera el comerciante inglés Henry Cullen. Este le inquiría sobre el presente y las perspectivas del movimiento emancipador en América. Bolívar se encontraba refugiado en Kingston, capital de Jamaica, luego del fracaso militar experimentado en la Nueva Granada (hoy Colombia).

El documento plasma las impresiones del Libertador sobre lo ocurrido en el continente desde el arribo de los colonizadores europeos hasta los sucesos que condujeron al estallido de los movimientos independentistas en las colonias españolas.

Aunque en su escrito el Libertador describe y analiza las particularidades que definían en aquel momento la situación de los distintos territorios de la América hispana, inmersos en la cruenta lucha por su emancipación, el núcleo fundamental de la carta es la unidad de las nacientes naciones, como camino y única garantía para llevar a la práctica los ideales libertarios del nuevo mundo.

En el texto, de aproximadamente 30 páginas de extensión, Bolívar intenta hacer un llamado a los ingleses, a quienes veía como posibles aliados en la lucha a favor de la independencia americana. El caraqueño traza de forma certera el decurso de la historia colonial española, la situación coyuntural del imperio hispano y bosqueja las luchas de los movimientos de liberación y del carácter de la población americana.

Sorprende en su redacción la claridad de pensamiento y la intuición de un Bolívar que, en ese momento, se hallaba desterrado y casi solitario, tras la derrota vivida en territorio neogranadino. No menos admirable es el conjunto de referencias históricas, mitológicas y filosóficas que el Libertador vertió en ese texto, evidencia irrefutable de un agudo sentido de interpretación histórica e incluso de erudición. 

Con el correr de los años, la Carta de Jamaica se tornó en un texto político fundamental del ideario bolivariano. En él, expone el Libertador, además de su visión política tras la caída de la segunda República, la necesidad de consolidar la unión entre las naciones de la región como una sola patria. Al propio tiempo, contiene las ideas centrales para comprender el cuerpo doctrinal bolivariano y presenta los diferentes matices de la guerra de liberación que tenía lugar en todo el continente nuestroamericano.

Texto profético

La Carta de Jamaica es considerada uno de los documentos fundadores del pensamiento latinoamericano.  A juicio de algunos estudiosos, se trata de la primera vez que un hombre de América Latina se dedicó a pensar en la patria y su destino desde una perspectiva latinoamericana.

La aguda y certera visión de futuro plasmada en el escrito ha hecho muchos la califiquen como un texto profético. Una prolija reflexión esperanzadora y motivadora, destinada a formar parte del más preciado acervo espiritual de nuestro continente.

“Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria (…) Es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costum­bres y una religión, debería por consiguiente tener un solo gobierno que confederase los diferentes Estados que hayan de formarse”.

Bien cabe afirmar que el panorama trazado en la Carta de Jamaica, le permitió a Bolívar avizorar la ruta que lo llevaría a definir su rol como conductor de naciones y a transformar la historia de todo un continente.

Carta de futuro

Hace hoy 18 años, el 6 de septiembre de 2005, durante la instalación de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países de Petrocaribe, celebrada, precisamente, en Montego Bay, Jamaica, uno de los más fieles estudiosos de este escrito, el comandante Hugo Chávez Frías, afirmó:

“Quien no la lea Carta de Jamaica, deja de leer la mitad de los grandes documentos, de las grandes ideas que dieron nacimiento a nuestras naciones, a nuestras repúblicas, nuestros estados, nuestra comunidad. Y no es solo una carta del pasado: esta es una carta del presente, y más aún, me atrevo a decir, (…) una carta del futuro”. 

Dos siglos de la llegada del Libertador a Perú

Justo ocho años después de que escribiera la Carta de Jamaica, Simón Bolívar llega a Perú, a principios de septiembre de 1823, para culminar la liberación del continente, cumpliendo de esa forma la obra iniciada en aquellos territorios por el Protector del Sur, José de San Martín.

Junín y Ayacucho serían los escenarios en los que se sellaría esa nueva gesta libertaria conducida por Bolívar y Sucre. Con la redacción y puesta en vigor de la Constitución de Bolivia, en 1826, concluirá la denominada Campaña del Sur, cerrándose, de cierta forma, un ciclo de la travesía vital del Libertador, que comenzó a perfilarse en Kingston, Jamaica, en 1823.