El ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Yván Gil, participó este viernes en el Foro: “Modernización al Estilo Chino, Oportunidades para la Paz y el Desarrollo Mundial”, en el que se presentó una visión profunda sobre el modelo de desarrollo del país asiático y su importante impacto para Venezuela y para el resto del mundo.
La actividad se realizó en el Banco de Comercio Exterior (Bancoex), en Caracas, y también contó con la participación del embajador de China en Venezuela, Lan Hu, además de autoridades de la Cancillería venezolana.
«Hemos visto unas extraordinarias exposiciones que dan cuenta de lo que ha sido el desarrollo de la República Popular China, la visión que ha impreso la dirigencia del Partido Comunista Chino en estos últimos años para alcanzar el nivel de desarrollo que hoy tienen», destacó el Canciller Gil.
Señaló que el país asiático ha logrado levantarse «como la primera potencia económica mundial (…) con una diferencia al resto de las potencias mundiales que hemos conocido, porque China ha basado su desarrollo en la complementariedad, en el desarrollo de sus propias condiciones internas, en explotar los recursos de los que dispone, sin hegemonismo, sin imperialismo, sin invadir países, sin apropiarse de los recursos de otros países».
En este sentido, resaltó las relaciones de cooperación estratégica y hermandad entre Caracas y Beijing, «que nos ha permitido crecer desde la agricultura, la industria, la actividad aeroespacial, el comercio, las finanzas, la energía».
Durante el evento, refiere el Canciller venezolano, se mostró además la comparación entre dos modelos: «el imperial explotador y este modelo de complementariedad que es el que evidentemente tenemos que seguir (…) Está claro que el socialismo, con particularidades chinas, ha sido extremadamente exitoso en el mundo para exhibir que es una vía acertada para transitar al desarrollo y a la paz», enfatizó.
Por su parte, el embajador Lan Hu manifestó que «la modernización es una búsqueda incansable del pueblo chino desde la antigüedad, pero no solamente para el pueblo chino si no para el mundo, incluído el pueblo venezolano.
Finalmente, aseguró que China y Venezuela son países hermanos que tienen muchos puntos en común «para ofrecer una mejor vida y un desarrollo justo» para ambos pueblos.