Canciller Yván Gil: Medidas Coercitivas contra Venezuela son una forma de castigo colectivo - MPPRE

Canciller Yván Gil: Medidas Coercitivas contra Venezuela son una forma de castigo colectivo

El ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores Yván Gil, durante su participación en la conferencia titulada “Política Exterior de la República Bolivariana de Venezuela y las medidas coercitivas unilaterales”, realizada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Belgrado, aseguró que la nación bolivariana “ha enfrentado la mayor agresión económica, financiera, política, diplomática y mediática en toda su historia” a raíz de la implementación de las medidas coercitivas unilaterales (MCU).

Durante su participación como ponente explicó que estas medidas han sido impuestas con el objetivo de “crear sufrimiento y dolor en la población venezolana, para inducir la desestabilización y la caída del Gobierno Bolivariano. Estas medidas son, en esencia, una forma de castigo colectivo y constituyen un crimen de lesa humanidad”.

“La violencia contra Venezuela ha llevado a Estados Unidos incluso a violentar normas sagradas en el derecho internacional”, por lo que la nación caribeña ha llevado la denuncia de esta política agresiva a todas las instancias internacionales, incluyendo la Corte Penal, señaló.

Pese a que las MCU suman hasta la fecha más de 900, el Canciller destacó el esfuerzo del Gobierno del presidente Maduro, quien “ha llamado a expandir la protección social al pueblo venezolano, mejorando los programas de protección a las víctimas del bloqueo”.

Asimismo, refirió que no sólo Estados Unidos ha impuesto medidas coercitivas a Venezuela, pues también el Consejo de la Unión Europea introdujo el embargo de armas y equipos destinados al control de manifestaciones, el bloqueo de bienes, entre otras acciones que solo perjudican a la población venezolana.

En cuanto a la nueva geopolítica en las relaciones internacionales agregó que “Venezuela siempre ha propugnado la construcción de un mundo pluripolar, multicéntrico, donde existan diversos polos de desarrollo, de poder, en todas las regiones del mundo que “acabe de una vez por todas con cualquier forma de colonialismo. No aceptamos que alguna nación cree que puede ser la metrópolis desde la cual se gobierna al resto del mundo”.

En ese sentido, resaltó la importancia de que América Latina y el Caribe se robustezcan como un polo, unido por intereses comunes, “para eso fortalecemos los espacios de unión regional como CELAC, ALBA-TCP, Unasur, Petrocaribe”, además de mantener “fraternas relaciones con países que lideran esta transformación mundial: los BRICS, y otros países que juegan un papel importante en la geopolítica internacional: Türkiye, Irán, Vietnam, Belarús, Qatar, entre otros”.