El secuestro y encarcelamiento del diplomático venezolano Alex Saab por parte de Estados Unidos (EEUU) constituye una de las más graves violaciones al derecho humano e internacional que ha cometido el imperialismo contra Venezuela.
El 12 de junio de 2020, cuando el agente diplomático venezolano se dirigía a Irán en una misión humanitaria fue detenido ilegal y arbitrariamente en Cabo Verde, durante una parada para abastecer combustible. Esta acción -ordenada por EEUU- violó la inmunidad que investía a Saab, además de otras normas del derecho internacional, como las de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
El Enviado Especial de Venezuela ante Irán buscaba sellar negociaciones para llevar al país suramericano insumos básicos indispensables, tales como alimentos, medicinas y combustible, rubros que están afectados por las más de 900 Medidas Coercitivas Unilaterales impuestas por el gobierno de EEUU y sus aliados de la Unión Europea.
En Cabo Verde, Saab fue sometido a condiciones infrahumanas de detención en una cárcel de espacio reducido, sin acceso a la luz y también se le impidió recibir visitas de su familia. Al diplomático se le aplicaron métodos de torturas similares a los utilizados en centros clandestinos de detención dirigidos por agentes estadounidenses, en un intento de forzarlo a firmar declaraciones contra Venezuela y el Gobierno Bolivariano.
Saab, quien es paciente oncológico, recibió una visita médica el 7 de julio del 2021, después de 395 días de encarcelamiento. El médico determinó que padecía de anemia, anorexia, diabetes y sangrado por las vías digestivas. Además, el informe médico arrojó que el diplomático tenía muelas partidas producto de golpes que recibió durante las torturas. La instrucción médica de atender la salud de Saab y brindar tratamiento, nunca se cumplió.
Violación de la inmunidad diplomática
Alex Saab estuvo secuestrado en Cabo Verde más de 491 días. El Tribunal Constitucional de ese país aprobó su extradición a EEUU el 7 de septiembre del 2021. Pese a no existir convenio de extradición entre EEUU y Cabo Verde, la ilegal medida se ejecutó el 16 de octubre de ese año, un día antes de las elecciones presidenciales, cuyos resultados la habrían impedido. El principal candidato, luego electo presidente, había manifestado que se debía respetar la decisión final del Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de los Países de África Occidental (CEDEAO), que el 15 de marzo de 2021 ordenó la liberación inmediata del diplomático venezolano, por ser una detención arbitraria e ilegal.
Así, contra todo principio del derecho, se consumó el segundo secuestro de Alex Saab. Esta grave violación al derecho internacional sembró un peligroso precedente para funcionarios diplomáticos de cualquier país.
Desde el mismo momento de la írrita detención de Saab, el Estado venezolano la ha condenado enérgicamente. En todos los niveles y escenarios, Venezuela ha exigido la liberación inmediata de su Enviado Especial, privado ilegalmente de su libertad.
“El Gobierno Bolivariano de Venezuela repudia esta grave violación a los Derechos Humanos contra un ciudadano venezolano, investido como diplomático y representante de nuestro país ante el mundo. Hecho que sienta un peligroso precedente para el Derecho Internacional”, reza un comunicado emitido por el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, difundido el día de su arresto.
El jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, ha denunciado al gobierno estadounidense por el secuestro, al alertar al mundo sobre las incontables arbitrariedades en este oprobioso proceso. “Miembros del Gobierno de EEUU lo torturaron durante días a golpes, le partieron tres muelas, le metieron electricidad durante varios días (…) querían obligarlo a mentir y convertirlo en un monstruo para ser un acusador falso contra Venezuela, cosa que Alex Saab nunca aceptó”, advirtió el Presidente, en octubre del 2021.
A la causa de liberación inmediata se han sumado gobiernos y pueblos del mundo. Así han nacido numerosos movimientos que exigen libertad para Saab en países como Argelia, Argentina, Belice, Brasil, Canadá, Cabo Verde, Chile, Colombia, Cuba, España, EEUU, Filipinas, Francia, Guatemala, Guinea-Bissau, Irán, Malasia, México, Nicaragua, Palestina, Perú, Puerto Rico, Reino Unido, Rusia, Senegal, Uruguay y Venezuela.
A la par, la defensa de Saab interpuso recursos legales ante el Tribunal de EEUU para el Distrito Sur de Florida -entidad que emitió la orden de secuestro- y un escrito abierto de oposición ante el Tribunal de Apelaciones del 11º Circuito, basándose en los principios de la inviolabilidad e inmunidad del diplomático, la ilegalidad en su detención y condiciones de salud preexistentes.
Sin embargo, a fines del 2022, el juez Robert Scola negó la moción de inmunidad diplomática de Alex Saab. El jurista usó como excusa el desconocimiento de EEUU al Gobierno Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, una estratagema empleada por la derecha nacional e internacional para saquear los recursos y bienes del Estado venezolano en el exterior.
A pesar de que cada día se derrumba la apariencia de legalidad que intenta dar EEUU a esta arbitrariedad, exfuncionarios y piezas claves en la política de ese país reconocen que Washington estaban al tanto de la condición de diplomático de Saab -y por ende, de su inmunidad-, y conocían sobre el papel vital que ejercía en contra del bloqueo antes del doble secuestro. Así lo expresa Mike Pompeo, exsecretario de Estado, en su libro Nunca cedas un milímetro, y Mark Esper, exsecretario de Defensa, en su publicación Un juramento sagrado: memorias de un secretario de Defensa durante tiempos extraordinarios.
Aunque el imperialismo interponga todas las barreras y violente todos los marcos legales posibles para mantener a Saab secuestrado, Venezuela y los pueblos del mundo no desmayan en esta ardua lucha por poner fin a la vulneración de los Derechos Humanos del Enviado Especial y hacer respetar la soberanía y las normas internacionales.
Esos esfuerzos están también en concordancia con la sentencia emitida el 12 de mayo de 2023 por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, en la que considera las agresiones contra Saab como “una afrenta al propio orden institucional patrio” y alerta que la privación de su libertad constituye no sólo una flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, así como otras de fuentes del Derecho Internacional, y de los derechos humanos del diplomático, “sino también a la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela, pues el hecho lesivo recae sobre un legítimo representante del Estado Venezolano”.
“La batalla por la liberación de nuestro diplomático es una batalla por la defensa del derecho internacional. Estamos luchando contra el imperio estadounidense, el más poderoso y arrogante, pero estamos convencidos de que triunfará la justicia y prevalecerá la verdad”, ha dicho por su parte el ministro para Relaciones Exteriores venezolano, Yván Gil.
Al cumplirse esta semana tres años de la ilegal detención del agente diplomático venezolano, quienes en Venezuela y el mundo abogan por el respeto a los principios del derecho internacional que rigen las relaciones entre los Estados alzan nuevamente la voz por la libertad de Alex Saab.
MPPRE | Carlos Martín