“La crisis climática es una realidad insoslayable que solo puede enfrentarse con hechos concretos, urgentes e inmediatos. Resulta dolorosa, por partida doble, tener que admitir además que la dimensión de esta crisis no nos toma por sorpresa”.
Las palabras corresponden al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, al momento de hacer uso de su derecho de palabra en la 27° Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), que se realiza del 6 al 18 de noviembre en Egipto.
El Mandatario venezolano disertó sobre los terribles desequilibrios ambientales que hoy afectan de manera dramática la vida en todo el planeta, “que parecen indicar que el cambio climático, así llamado con incoherente eufemismo, es un hecho irreversible”.
A juicio del presidente Maduro, las alertas tempranas realizadas por la comunidad científica, algunos líderes mundiales y casi la totalidad de los movimientos sociales, se convirtieron en una “profecía autocumplida”, pues hoy el mundo presenta la mayor crisis ambiental que jamás haya existido.
Asimismo, el Dignatario repasó las iniciativas tomadas por la “diplomacia ambiental” que se inició hace 30 años con la firma del emblemático Acuerdo de Kioto en 1991, con el cual se logró un importante consenso para la reducción de la huella de carbono, que hasta el año 2009 arrojó buenos resultados.
No obstante, hubo un estancamiento y rupturas como las que se dieron en el año 2009 en la Cumbre de Copenhague, “donde se puso de manifiesto la poca voluntad de las élites negacionistas para avanzar con el ritmo adecuado la emergencia y en el sentido correcto de la vida”, expresó Maduro, al recordar “Copenhague, la represión policial en las calles contra los movimientos ecologistas, las confabulaciones burocráticas corporativas que se instalaron desde entonces”.
Posteriormente, en el año 2015, el Acuerdo de París apuntó a mejorar los mecanismos para obligar a los países llamados desarrollados, del capitalismo del Norte, a reducir su impacto en el calentamiento global, dándole un carácter vinculante a los aportes de la ciencia en el sentido del cambio climático.
Sin embargo, “hemos perdido mucho tiempo desde allá hasta acá; cada hora, cada mes, cada año de inacción, de vacilación, de indolencia, se traduce hoy en ecosistemas destruidos, en especies extintas y en el deterioro de las condiciones de vida del planeta”, apuntó el Presidente venezolano.
Ante la plenaria que ha reunido a más de 190 representantes de las naciones del mundo, Nicolás Maduro llamó a reconocer los fracasos civilizatorios como punto de inicio para ejecutar acciones concretas que permitan salvar el planeta y acabar con el modelo de autodestrucción.
Prensa Presidencial