La República Bolivariana de Venezuela está dispuesta a ayudar a la Unión Europea a transitar la crisis energética que se le cierne encima, sobre la base de un comercio justo, en igualdad de condiciones y beneficios
El canciller Carlos Faría, exigió durante la III Reunión de Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y de la Unión Europea (CELAC-UE), que se descongelen los activos de la República Bolivariana de Venezuela en bancos europeos y se ponga fin al bloqueo económico y financiero contra la Patria de Bolívar.
“El decomiso ilegal de los recursos de nuestra nación y el bloqueo que se ha impuesto a la comercialización de un país que depende de sus recursos petroleros, no solo atenta contra la salud, la supervivencia y el desarrollo de nuestro pueblo sino que sienta un peligroso precedente para la convivencia pacífica de las naciones”, denunció el diplomático.
En ese orden de ideas, hizo un llamado a los países europeos a condenar este bloqueo petrolero y a unir fuerzas para retomar el sano ejercicio comercial que siempre ha existido entre la industria petrolera venezolana y las empresas europeas de petróleo. “Es una necesidad imperiosa que la Unión Europea desmonte las sanciones ilegales contra nuestro país”, sentenció.
Faría afirmó que los países latinoamericanos y caribeños están dispuestos a refundar un nuevo relacionamiento con Europa, con base en el respeto y la igualdad, y sin condicionamientos políticos de ninguna índole.
Expresó que la República Bolivariana de Venezuela tiene la intención de ayudar a la Unión Europea a transitar la crisis energética que se le cierne encima, poniendo a su disposición el gas e hidrocarburos, como lo ha dicho en reiteradas oportunidades el presidente Nicolás Maduro Moros. “Eso sí, sobre la base de un comercio justo, en igualdad de condiciones y beneficios”, aseguró el ministro.
El Ministro de Relaciones Exteriores consideró que en este siglo XXI se puede construir una comunidad global de desarrollo en donde no exista la dominación de todos por uno, sino la cooperación entre todos y para todos.
Finalmente, propuso revertir la tendencia occidental de imponer un mundo unipolar, neocolonialista y bajo condiciones de dominación y superioridad económica, tecnológica y militar, tal como lo exigen nuestros principios bolivarianos.