ALBA-TCP, unidad regional contra el imperialismo - MPPRE

ALBA-TCP, unidad regional contra el imperialismo

Las raíces de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) se encuentran en la Carta de Jamaica de 1815, en la que el Libertador Simón Bolívar estableció la doctrina de unidad y soberanía de los países que se independizaban del poder colonial.

Así reza un extracto tomado del portal web de la plataforma que integra a países latinoamericanos y caribeños, dejando clara la visión de anticoloniaje y fomentando la consolidación y fortalecimiento en el desarrollo de los pueblos.

Entre los principios fundacionales del ALBA-TCP se destacan la defensa de la identidad y la cultura latinoamericana y caribeña, el comercio y la inversión a favor del alcance en el desarrollo sustentable, este último punto enfocado en un intercambio regional que debe direccionarse a la superación de la pobreza.

Toda esta visión se contrapone a los intereses del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que se discutía años atrás y que Hugo Chávez, durante la III Cumbre de las Américas de 2001 en Canadá, fijo su oposición.

Ya desahuciado el proyecto del ALCA, para el año 2005 en Mar del Plata, Argentina, se escuchó la voz del pueblo que aclamaba «No al ALCA», durante un discurso del comandante Hugo Chávez a propósito de la Cumbre de los Pueblos, en la que relató que «cada uno de nosotros trajo una pala, una pala de enterrador», esto con el fin de sepultar aquel moribundo proyecto imperialista que vio su fin durante la IV Cumbre de las Américas.

Es entonces que en La Habana, Cuba, nació el ALBA-TCP el 14 de diciembre de 2004, con la suscripción de la Declaración Conjunta y el Acuerdo para la Aplicación del ALBA, bajo la iniciativa de los líderes revolucionarios Hugo Chávez y Fidel Castro. Dos años después, inspirados en los principios del ALBA, se incorpora el Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), al ingresar Bolivia como miembro.

En lo sucesivo se adhieren: Nicaragua (2007), Dominica (2008), Antigua y Barbuda junto a San Vicente y las Granadinas (2009), Santa Lucía (2013), San Cristóbal y Nieves y Granada (2014).

Con más de 17 años de su fundación, el ALBA-TCP reafirma su profunda voluntad de trabajo en función de la unidad de los pueblos, ante los desafíos globales y las amenazas de las élites imperiales, auspiciadas por las oligarquías regionales.

«El ALBA ha sido una casa buena para soñar grandes proyectos, para levantar la voz colectiva de nuestros países (…) ha estado unida fuerte y ha tenido voz propia, se ha hecho sentir y respetar por el mundo», señaló el presidente Nicolás Maduro, durante la XX Cumbre Ordinaria del ALBA-TCP.

La labor del ALBA-TCP también apunta a la búsqueda de nuevos espacios de consulta, coordinación y concertación para crear alianzas estratégicas, fijando posición contra el intervencionismo y la guerra, e impulsando la transición a un sistema internacional pluripolar y multicéntrico.

Ejemplo de ello es la relación entre el ALBA-TCP y el Sistema de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Comunidad del Caribe (Caricom), Asociación de Estados del Caribe (AEC), Secretaría General del Sistema de Integración Centroamericana (Sica), Unión Africana (UA), Liga Árabe, Sela, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Comunidad Euroasiática y Comunidad Económica de Estados de África (Cedeao), bajo los principios de respeto y no intromisión en sus asuntos internos, en función de garantizar una mayor equidad y un mayor compromiso en materia de políticas sociales y económicas.

De esta manera, el ALBA-TCP profundizó su accionar por la transformación latinoamericana y caribeña, al definir acciones prioritarias en el plano social, político, económico y de articulación con los pueblos organizados, los cuales enarbolan las banderas de la solidaridad, complementariedad y cooperación, en función del desarrollo integral de los pueblos soberanos.

Prensa Presidencial