Cumbre contra el Fascismo congrega en Caracas a 200 invitados de 52 países - MPPRE

Cumbre contra el Fascismo congrega en Caracas a 200 invitados de 52 países

Desde la Casa Amarilla Antonio José de Sucre, en Caracas, inició este lunes la Cumbre Internacional contra el Fascismo, con la participación de cerca de 200 invitados de 52 países de todo el mundo, en conmemoración del vigésimo aniversario de los sucesos del 11, 12 y 13 de abril de 2002 en Venezuela.

En sus palabras de instalación, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Félix Plasencia, celebró la masiva recepción internacional de la convocatoria para intercambiar opiniones acerca del fascismo y la vigencia del empeño, en la coyuntura que vive el planeta, de luchar para salvar a los pueblos, de luchar en favor de la soberanía de los gobiernos responsables que quieren seguir en el empeño de alcanzar una sintonía multipolar, en la que no haya un hegemón que indique o pretenda imponer su ruta, sea por la presión, la coerción económica o, inclusive, por la activación militarista, la agresión y el ataque armado.

Indicó que durante tres días consecutivos “vamos a celebrar el rechazo del pueblo que decidió que no había espacio para frustrar o extirpar un proyecto político que nacía y se empeñaba en la dignificación de la vida de todos los venezolanos”.

Asimismo, el Canciller recalcó que hace 20 años ocurrió en Venezuela un golpe de Estado vergonzoso, traidor, contra una propuesta que saldaba la deuda histórica del daño hecho a la mayoría de los venezolanos, a quienes se les había apartado de sus derechos a una vida armoniosa, de felicidad, en paz y digna. “Hoy recordamos y rechazamos aquel evento y estos días vamos a celebrar el triunfo del pueblo que hace regresar al gobierno a Hugo Chávez Frías, quien había decidido fuera Presidente de Venezuela por votación popular, mayoritaria”, destacó.

Bajo la moderación del viceministro para América del Norte y presidente del Instituto Simón Bolívar para la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos (ISB), Carlos Ron, acompañaron al ministro Plasencia en la instalación de la Cumbre: la socióloga e investigadora brasileña, Sabrina da Fonseca Borges; el alcalde de la Comuna de Recoleta de Santiago de Chile, Daniel Jadue y el político de izquierda estadounidense, Eugene Wilson Puryear.

En su intervención, la investigadora brasileña, Fonseca Borges, relató la experiencia práctica en su país de enfrentamiento al fascismo representando en el gobierno de Jair Bolsonaro, que en su gestión de la pandemia de la COVID-19 ha arrojado como saldo más de 600 mil personas fallecidas, crecimiento de la violencia y el hambre, y destrucción de la naturaleza.

El militante comunista y alcalde chileno, Daniel Jadue, expresó que su presencia en el encuentro lo embarga de alegría pero también pesar: “Alegría de estar conmemorando en dos días el 13 de abril; alegría por todos los años de resistencia que este pueblo ha podido sortear, con una presión internacional y un intervencionismo extranjero que ha sido brutal; alegría porque son estos 20 años que nos permiten seguir soñando en un mundo mejor; y pesar un poco de recordar el rol triste que jugó mi país en ese 11 de abril, cuando un gobierno que se decía progresista (Ricardo Lagos) fue el primero del mundo en correr a apoyar el golpe de Estado y reconocer al gobierno de Pedro Carmona”.

Por último, Eugene Wilson Puryear, dirigente del Partido por el Socialismo y la Liberación de Estados Unidos, explicó que existe una variante particular del fascismo que está impresa en la cultura política de su país y que va hacia las raíces de la limpieza étnica de los pueblos indígenas, del encarcelamiento de africanos, del fervor religioso que tienen los anticomunista. “Esa variante está regresando fuertemente a los EE.UU.”, aseveró acerca de las pretensiones de Donald Trump de volver al poder.

Detalló que la nueva mentalidad de guerra de EE.UU. contra Rusia y China responde a una construcción ideológica del fascismo históricamente en su país, que tiene que ver con su excepcionalismo, creerse el mejor de todos los países del mundo y querer mantener esa supremacía a toda costa.

“En un momento en que la burguesía de EE. UU. preferiría estar volando en helicópteros en lugar de reparar los puentes que se están cayendo, cuando hay decenas de millones de niños que pasan hambre, han empezado a caer por detrás de China especialmente en términos de tecnología, de inteligencia artificial, de ciencia; ahora hay un intento agresivo de que este excepcionalismo siga por encima como una especie de competencia de poder y todo esto va de la mano de la discusión sobre lo que tiene que ocurrir en la movilización de las fuerzas en contra de China y Rusia, que están dirigidas por un discurso sumamente anticomunista y contra la multipolaridad”, acotó el político norteamericano.