Chávez es esperanza viva de un pueblo leal - MPPRE

Chávez es esperanza viva de un pueblo leal

En Hugo Chávez, la lealtad es más que una palabra. Así emergió ante el pueblo venezolano el 4 de febrero de 1992: fiel a un proyecto político de transformación, al valor de asumir responsabilidades y a la construcción de una revolución que es ejemplo mundial.


En ese camino siguió tras salir de la cárcel de Yare, el 26 de marzo de 1994, y fortalecer un proyecto político que le condujo a la victoria presidencial del 6 de diciembre de 1998. Se abría un tiempo de esperanza, pero también de amenazas de sectores conservadores.


En su encuentro con madres, niños, jóvenes y luchadores, Chávez encontró fuerza para seguir, como el clamor de aquella señora que lo instaba a no rendirse en medio del sabotaje petrolero de fines de 2002 e inicios de 2003 o el hombre en situación de calle que recogió del centro de Caracas. Él lo sabía: “Chávez ya no soy yo, Chávez es el pueblo”.


La lealtad siempre fue su norte, y a ella se aferró para seguir protegiendo al pueblo mientras afrontaba un complejo cuadro de salud desde 2011. Llamó a la unidad, lucha, batalla y victoria, valores que mantuvieron de pie a los venezolanos el 5 de marzo de 2013, cuando el líder trascendió el plano físico para multiplicarse en millones de hombres y mujeres que defienden la Revolución Bolivariana.
Nueve años después, la fidelidad a la independencia y a la libertad ha sido clave ante una brutal arremetida de factores imperiales, afrontada bajo la guía del Presidente Nicolás Maduro, quien reivindica a diario el pensamiento de Hugo Chávez.
Es un caudal de lealtad que crece con un pueblo en resistencia y en victoria, pues, como ha dicho el Presidente Maduro, “Chávez no es tristeza ni olvido, debe ser nuestra esperanza».