Vida y obra del Comandante Chávez a 67 años de su natalicio - MPPRE

Vida y obra del Comandante Chávez a 67 años de su natalicio

Este miércoles 28 de julio se conmemora el 67° aniversario del natalicio del comandante Hugo Chávez Frías, líder histórico de la Revolución Bolivariana, que impulsó desde su triunfo en las elecciones presidenciales del 6 de diciembre de 1998 hasta su partida física en 2013, dejando un extenso legado de inclusión social a lo interno del país y una nueva concepción geopolítica de las relaciones internacionales, centrada en la integración regional, la orientación antiimperialista y la construcción de un mundo multipolar y pluricéntrico.

“El Arañero de Sabaneta” nació en Barinas en 1954, como el segundo de los seis hijos del matrimonio conformado por Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías, ambos maestros de educación primaria.

Chávez cursó sus estudios de primaria y secundaria en su pueblo natal y los universitarios en la Academia Militar de Venezuela, en Caracas, de donde egresó con el grado de subteniente en 1975. Un dato curioso es que viajó a la ciudad capital no con la idea de hacerse soldado, sino poder convertirse en beisbolista profesional, pero la Casa de los Sueños Azules reorientó su pasión juvenil hacía otro destino. Además se matriculó en Ciencias y Artes Militares, rama Ingeniería, mención Terrestre.

Junto con otros dos capitanes del Ejército, el inquieto militar creó en diciembre de 1982 el Movimiento Bolivariano Revolucionario-200 (MBR200), de orientación nacionalista y de izquierda, inspirado en las ideas del maestro Simón Rodríguez, el Libertador Simón Bolívar y del general Ezequiel Zamora.

En la Fuerza Armada de Venezuela, Chávez ocupó varios cargos, el último fue Comandante del Batallón de Paracaidistas coronel Antonio Nicolás Briceño (1991-1992).

Rebelión militar

El 4 de febrero de 1992, como comandante militar Hugo Chávez lideró una insurrección armada contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez y su paquete de medidas neoliberales auspiciadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que tres años antes habían motivado la explosión social conocida como El Caracazo, la cual fue brutalmente reprimida por las fuerzas de seguridad y convertida en una de las páginas más trágicas de la historia reciente del país.

Con su célebre “Por ahora” reconoció que no tuvo éxito en su intento de rebelión militar, siendo detenido, juzgado y condenado a dos años de prisión en la cárcel de Yare (1992-1994). Su hazaña generó un fuerte impacto en la consciencia popular y abrió caminos de esperanza en tiempos mejores.

En 1994, la gestión de turno acordó el sobreseimiento del proceso abierto contra Chávez y a partir de su liberación, abandonó el ejército y se embarcó con firme determinación en la lucha política; fundó el Movimiento V República (MVR) y comenzó a recorrer el país socializando sus propuestas.

Su programa de campaña convenció al electorado en los comicios de 1998 y con el 56,2% de los votos se hizo con la primera magistratura, impulsando de inmediato la elección de una Asamblea Constituyente que redactara un nuevo texto constitucional, aprobado en inédito referéndum en diciembre de 1999, y en julio del año 2000 ratificó su favoritismo en las urnas para el período 2000-2006.

Golpe de Estado

Dos años más tarde, el 11 de abril de 2002, ocurrió el primer golpe de Estado mediático-empresarial contra Chávez, con el máximo representante de la patronal Fedecámaras usurpando el poder por breve tiempo. Al Presidente legítimo, secuestrado por dos días en la Isla La Orchila, lo rescató la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y el pueblo, restituyéndose el hilo democrático.

La oposición de derecha, con financiamiento y directrices extranjeras, organizó una “huelga general” con acciones de sabotaje petrolero, que atentó y provocó pérdidas incalculables a la economía nacional entre diciembre de 2002 y febrero de 2003.

En agosto de 2004, el presidente Chávez asumió con valentía y talante democrático someterse a un referendo revocatorio de su mandato, figura incluida en la Constitución Bolivariana por iniciativa suya. De esta contienda resultó fortalecido con 59 % de los votos favorables a la continuación de su gestión.

A finales de 2006, los venezolanos volvieron a reelegir a Chávez, quien se convirtió en presidente por tercera vez para el período 2007-2013, al obtener 63 % de los votos. En este periodo, avanzó en la propuesta de profundizar en el denominado Socialismo del Siglo XXI, decidiendo un proceso de nacionalización de numerosas empresas de servicios estratégicos.

El 7 de octubre de 2012, los resultados en las urnas electorales confirmaron una vez más a Hugo Chávez como Presidente constitucional, con el 55,25 % de los sufragios emitidos.

Gestión interna

En la política interna, la gestión del líder revolucionario tuvo un marcado acento en lo social, creando una serie de programas o “misiones” destinadas a saldar la deuda con los sectores históricamente excluidos, con miras a alcanzar la mayor suma de felicidad posible para el pueblo, siguiendo el ideario del Libertador Simón Bolívar, su principal referente ideológico.

Misiones como Robinson, inspirada en el maestro Simón Rodríguez y desarrollada con apoyo cubano, contribuyó a que Venezuela fuera declarada Territorio Libre de Analfabetismo por la UNESCO en 2005. Asimismo, destacan la Misión Sucre, que municipalizó el acceso a la formación universitaria; Barrio Adentro, que llevó atención primaria en salud a las comunidades y la Gran Misión Vivienda Venezuela, que garantiza el derecho constitucional a contar con un techo propio.

Chávez además desmontó la falsa nacionalización de la industria petrolera de la Cuarta República y le quitó a las transnacionales imperiales el control sobre el principal recurso de exportación, mediante la creación de empresas mixtas con mayoría accionaria de la estatal Pdvsa.

Política internacional

En relación con su visión de las relaciones internacionales, el presidente Chávez promovió en sus legendarios discursos la orientación de un mundo multipolar y pluricéntrico; la integración latinoamericana y caribeña, de acuerdo al legado bolivariano de la construcción de la Patria Grande; el fortalecimiento de la posición de Venezuela en la economía internacional como potencia energética, una mayor interacción entre los distintos procesos de integración y alianzas estratégicas con países afines en lo político, como Cuba, Irán, China y Rusia.

El comandante revolucionario fijó una posición crítica frente al papel de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que quedó planteada firmemente en la reunión de la Asamblea General celebrada el 20 de septiembre de 2006: “Hoy está confirmado plenamente y creo que aquí casi nadie en esta sala pudiera pararse a defenderlo, a defender el sistema de Naciones Unidas, aceptémoslo con honestidad, el Sistema de Naciones Unidas nacido después de la Segunda Guerra Mundial colapsó, se desplomó, no sirve (…) Nos han convertido a esta asamblea en un órgano meramente deliberativo, sin ningún tipo de poder para impactar de la más mínima manera la realidad terrible que vive el mundo”.

Chávez promovió con incansable interés la conformación de nuevas plataformas integracionistas y de cooperación regional, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), en 2004; Petrocaribe en 2005; Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en 2008 y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en 2010.