El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela ratificó este martes ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) su compromiso con las convenciones de fiscalización internacional de sustancias psicotrópicas y estupefacientes y con la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
En su intervención en el 64º período de Sesiones de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, el superintendente de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), M/G Richard López Vargas, señaló que en medio de las dificultades sanitarias globales devenidas del COVID-19, Venezuela ha realizado esfuerzos titánicos sin ningún tipo de cooperación internacional para no desistir en su lucha antidroga, siendo uno de los países con menor prevalencia en el consumo de sustancias psicoactivas a nivel mundial.
Aseguró que este es uno de los desafíos a los cuales se suma esta nación suramericana, en medio de la imposición de medidas coercitivas unilaterales por parte de Estados Unidos y sus aliados, además de la fabricación de tendenciosos señalamientos que persiguen distorsionar la realidad del país e intentan amenazar la soberanía y la estabilidad.
En ese sentido, exhortó a los Estados a respetar el principio de derecho internacional, de responsabilidad común y compartida, a fin de mantener fluidos canales de comunicación directos y permanentes para atender los eventos que pudieran desarrollarse en torno a la problemática.
El Superintendente resaltó que recientemente fue creada la Superintendencia Nacional Antidroga con la finalidad de robustecer las políticas integrales que permitan continuar el combate, apuntando que actualmente la Asamblea Nacional (AN) discute el proyecto de reforma de la Ley Orgánica de Drogas para reforzar los mecanismos de control nacional.
«Durante el año 2020 fueron incautadas más de 46 toneladas de droga ilícita, más de 20 pistas clandestinas destruidas, 70 laboratorios desmantelados a escasos metros de nuestras fronteras (…) Como en años anteriores, declaramos la inexistencia de cultivos ilícitos en nuestro territorio», acotó.
Recordó que el país está ubicado en un área donde existen varios corredores que intentan hacer uso del tráfico ilícito, ante lo cual el Ejecutivo Nacional ejecuta acciones orientadas a hacer de la nación un territorio libre de cultivo ilícito de drogas para prevenir y combatir las operaciones de grupos delictivos que pretenden utilizar el territorio venezolano como ruta de tráfico hacia el Caribe, Norteamérica y Europa.
Finalizando su intervención, el superintendente López Vargas expresó el deseo del Gobierno Bolivariano de contar con una misión de la JIFE en Venezuela una vez mejore la situación del COVID-19, al tiempo que reafirmó el compromiso con los mandatos internacionales en el ámbito multilateral en pleno respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la soberanía de los Estados y a la no injerencia en sus asuntos internos.