Al cumplirse 151 años del natalicio del líder de la independencia de India, Mahatma Gandhi, este viernes 2 de octubre, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, exaltó la importancia de su legado para la humanidad, destacando su llamado a la no violencia como regla para los hombres y mujeres que impulsan la construcción de sociedades de paz, más ahora en momentos en que el mundo enfrenta una crisis sanitaria global generada por el COVID-19.
El jefe de la diplomacia venezolana manifestó que Gandhi ha sido “referencia fundamental” durante todo el proceso de la Revolución Bolivariana. “Es uno de los insumos ideológicos y de práctica (…) le admiramos enormemente”, resaltó sobre el luchador indio, en cuyo honor también se celebra el Día de la No Violencia en esta fecha, recordando además que “el comandante Hugo Chávez le tuvo muchísima admiración y el presidente Nicolás Maduro lo lleva en su corazón y lo estudia permanentemente para buscar las vías de resolución”.
“Mahatma Gandhi le demostró a los imperios que se les puede vencer por la vía de la no violencia, que se puede siempre apostar por el diálogo y que se puede ser independiente con dignidad”, enfatizó el canciller Arreaza, exaltando que a pesar de los reiterados ataques de Estados Unidos contra Venezuela, el Gobierno Bolivariano siempre propicia el diálogo, tomando en cuenta la orientación de este activista y abogado indio que llevó a su país a la independencia, después de siglos bajo el dominio del Imperio Británico.
Señaló que la pandemia de coronavirus ha dejado en evidencia al sistema capitalista y “en consecuencia tenemos el compromiso de construir un modelo alternativo, que debe tener a Mahatma Gandhi como uno de sus referentes fundamentales”.
Nacido el 2 de octubre de 1869 en Porbandar, India, con el nombre de Mohandas Karamchand Gandhi, este luchador social comenzó su actividad política en Sudáfrica, donde combatió por el reconocimiento de los derechos de la minoría india.
De regreso a su país, en 1915, desplegó sus métodos de desobediencia civil y no violencia como una forma de luchar por la independencia frente al Imperio Británico. Su vida ofrece muchas lecciones, pero quizá una de las más grandes, es la eficacia de la no violencia activa y la superioridad de la lucha moral sobre la lucha violenta.