La Casa Amarilla en la época colonial - MPPRE

La Casa Amarilla en la época colonial

Durante el período colonial, y tras haber servido como residencia de gobernadores y capitanes generales, la Casa Amarilla funcionó sucesivamente como cárcel real (1696), ayuntamiento (1750), y real cárcel de corte, a partir de la creación de la Real Audiencia de Caracas (1786). En su condición de recinto carcelario, los muros y barrotes de la Casa contuvieron la humanidad de personajes como Juan Francisco de León, José Leonardo Chirino y José María España, acusados de participar en revueltas y movimientos sediciosos. El 19 de abril de 1810, mientras se realizaba un cabildo extraordinario en la sede del ayuntamiento, ocurrieron los sucesos que darían inicio a nuestra independencia de la corona española.

Fases constructivas

  • 1568: Al momento de la fundación de la ciudad, el terreno actual de la Casa Amarilla, estuvo ocupado por una vivienda, en un solar o cuarto de manzana asignado a Damián del Barrio.
  • 1630: Se divide el solar en dos parcelas, una al norte (a) ocupada por Lorenzo Martínez de Villegas y Magdalena de Guevara y Rojas -ascendientes de Bolívar por línea paterna-, y otra al sur (b) propiedad de Francisco Ladrón de Guevara, ambas con uso residencial.
  • 1704: Se fragmenta en tres partes el antiguo solar. La parcela de esquina sirve de sede a la cárcel pública (a), la del lado sur pasa a ser propiedad del Ayuntamiento (b),mientras que la del oeste es permutada a Isabel María Gedler (c).

La colección de arte colonial

El arte colonial en Venezuela abarca los siglos XVI, XVII y XVIII. Las imágenes de Cristo, las advocaciones marianas y los retratos de personajes eclesiásticos fueron los temas que dominaron el panorama pictórico durante la colonia, donde la pintura tenía una función religiosa y estaba impregnada de la iconografía importada de la cultura española y europea en general. Durante el siglo XVIII la producción pictórica en Venezuela comienza a tener ya una expresión propia con la Escuela de  los Landaeta y Juan Pedro López, entre otros. La Casa Amarilla alberga una pequeña colección colonial proveniente de generosas donaciones, las cuales suplen aquellas desaparecidas por causa del terremoto de 1812 y los acontecimientos de la larga contienda independentista.
Anónimo. Nuestra Señora de la Luz. 1760. Óleo sobre tela. 95 x 73 cm
Nuestra Señora de la Luz está inspirada en las estampas religiosas llegadas desde México. Esta pintura aún conserva la imagen de un alma sostenida por la Virgen para librarla de las fauces del infierno, detalle que fue mandado a suprimir de la iconografía hacia 1771 por encargo de la iglesia católica, al acordar que rescatar almas perdidas no era atribución de la Madre de Dios. En el año 2015 la obra fue sometida a un riguroso trabajo de restauración.
Anónimo. Nuestra Señora de Guadalupe. Óleo sobre tela. 172,5 x 125 cm
Nuestra Señora de Guadalupe es una prueba fehaciente de las llegadas de imágenes religiosas a nuestro territorio durante la época colonial. No se conservan datos precisos de esta obra, sólo aquellos rescatados y entregados durante su restauración de 1977, los cuales indican que pudiese ser una posible copia cuzqueña inspirada en una imagen mexicana.
Anónimo. Cabeza de Cristo. Madera policromada. 78 x 94 cm.

La colección de mobiliario

Anónimo. Sillón Frailero. C. Siglo XIX. Madera, metal y cuero.
El mobiliario en Venezuela durante la colonia estaba inspirado en las tipologías y estilos europeos e influenciado por las interpretaciones locales que, de acuerdo a la procedencia de los artesanos, eran adaptados a nuestros usos y costumbres. El “sillón frailero”, llamado así por utilizarse en los conventos, es de origen italiano y formó parte del mobiliario español a partir del siglo XVI, de donde llegó a las colonias de América. Se elaboraban generalmente en caoba, cuero y cedro para las piezas más sencillas. Esta pieza, perteneciente a la colección del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, fue restaurada en el año 2006 y puede apreciarse en los salones de la Casa Amarilla.

Restos de la cárcel real

Grillete

Pieza de metal que formaba parte de un grillete. Fue descubierta en el ala Este de la casa, durante las excavaciones relacionadas con el acondicionamiento del Salón Gran Mariscal de Ayacucho (2007). Este hallazgo confirmaría la hipótesis sobre la existencia, en tiempos de la cárcel real, de algunos calabozos que estaban ubicados frente a la calle, a través de cuyos barrotes los condenados recibían la caridad de quienes transitaban por el lugar.