Estas sanciones constituyen una retaliación contra el Presidente Nicolás Maduro por haber convocado el proceso electoral de mayor magnitud de los últimos tiempos en Venezuela, por profundizar la democracia y la soberanía mediante la activación del poder constituyente originario, por ser un defensor de la dignidad de América Latina y el Caribe, y por oponerse rotundamente a la supremacía blanca de la Presidencia estadounidense y su racismo reivindicativo del Ku Kux Klan.
El pueblo venezolano ha dado una lección histórica de heroísmo, determinación y valentía, derrotando el asedio, amenazas y violencia desatada por la derecha venezolana con apoyo foráneo para impedir el ejercicio del derecho al voto que eligió los Constituyentes, que enrumbarán la vida nacional mediante el diálogo mayor y el entendimiento constitucional en aras de la paz y la independencia nacional. Hemos escrito una nueva página de gloria en nuestra historia de libertad y autodeterminación.
La sanción impuesta por el Departamento del Tesoro de EE.UU. contra el Jefe de Estado y de gobierno venezolano constituye un ignominioso desconocimiento de la legalidad internacional y pretende socavar la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela, hoy asediada por prácticas de intervención y desestabilización de su gobernabilidad mediante la promoción de graves actos de violencia y extremismo con fines políticos.
La República Bolivariana de Venezuela, al expresar su agradecimiento a los países que transmitieron su apoyo y reconocimiento al proceso electoral constituyente, rechaza categóricamente los intentos de unos pocos gobiernos de desconocer sus resultados y sumarse a las sanciones imperiales, desafiando la voluntad soberana del pueblo venezolano y atendiendo sumisamente órdenes foráneas.
La República Bolivariana de Venezuela exige respeto por la Patria de Bolívar y Chávez, al tiempo que reafirma su compromiso indeclinable e irrenunciable con la defensa de los más altos valores patrios para preservar la paz, el futuro y la soberanía de Venezuela. .
Caracas, 31 de julio de 2017