Intervención del Viceministro para Temas Multilaterales Alexander Yánez en la Conferencia de Desarme 2020 - MPPRE

Intervención del Viceministro para Temas Multilaterales Alexander Yánez en la Conferencia de Desarme 2020

Un saludo a todos los delegados presente. La República Bolivariana de Venezuela felicita a la República Argentina por asumir la Presidencia de la Conferencia de Desarme en el marco de la sesión del 2020. La Conferencia de las Partes de 2020, encargada del Examen del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), brindará una oportunidad para evaluar el estado de aplicación de los compromisos políticos y jurídicos en materia de no proliferación, desarme y usos pacíficos de la energía nuclear. El TNP, que Venezuela asume con determinación, es el instrumento jurídicamente vinculante con mayor número de adhesiones en el campo del control general de armamentos. El Movimiento de Países No Alineados (Mnoal) ha abogado fervientemente por la necesidad de cumplir con sus compromisos. Como país no poseedor de armas nucleares, Venezuela con su Diplomacia Bolivariana de Paz, aboga por la implementación del Artículo VI del TNP, mediante el cual los Estados Parte se comprometen a proseguir negociaciones de buena fe, sobre medidas eficaces relativas a la cesación de la carrera de armamentos nucleares y al desarme nuclear, y sobre un tratado de desarme general y completo bajo estricto y eficaz control internacional. En el TNP se reconoce el vínculo intrínseco entre la no proliferación y el desarme general y completo. Por eso, valoramos los esfuerzos destinados a eliminar todas las armas nucleares. Este es un compromiso de los Estados poseedores ante los Estados no poseedores. Este año 2020, junto a la Conferencia de Examen del TNP, la Conferencia de Desarme tiene la obligación de pavimentar el camino para un mundo libre de la amenaza de las armas nucleares, en respaldo al cumplimiento del artículo VI del TNP. Esto sólo será posible si prela la voluntad política de los Estados para reconocer las prioridades en materia de desarme, negociar y comprometerse efectivamente a cumplir con sus obligaciones. La Conferencia de Examen del TNP debe trabajar en esa dirección. El entorno de la seguridad no debería impedir que se siguiera avanzando en materia de desarme nuclear. Venezuela está convencida que el desarme, la no proliferación y el control de armamentos, junto con la intensificación de las medidas de fomento y restablecimiento de la confianza, pueden contribuir a reducir las tensiones existentes. Hoy más que nunca resulta necesario aprovechar al máximo el potencial existente en la maquinaria de desarme en toda su extensión y capacidades. Todos los oradores que me han precedido han enfatizado la importancia de esta Conferencia y su especial naturaleza, en tanto que único órgano con específico mandato de negociación de instrumentos jurídicamente vinculantes en materia de desarme. Ella tiene el potencial suficiente para proceder inmediatamente en ese sentido. Perentorio es iniciar negociaciones de instrumentos vinculantes que prohíban la producción de material fisible para armas nucleares, con disposiciones específicas en materia de verificación que abarquen las existencias de esas armas, la prevención de la carrera armamentista que podría presentarse en el espacio ultraterrestre, así como las garantías negativas de seguridad. La República Bolivariana de Venezuela defiende el desarme general, la no proliferación y el uso pacífico de la energía nuclear y, por lo tanto, hace un llamado a la Conferencia a recuperar su misión adoptando, con urgencia, un Programa de Trabajo amplio y equilibrado que tenga en cuenta las prioridades relacionadas con el desarme. Es claro que el estancamiento de la Conferencia, desde hace más de veinte años, no se debe a defectos de los métodos de trabajo o de sus Reglas de Procedimiento. Las evidencias indican que en años recientes la Conferencia no ha avanzado en el cumplimiento de su mandato debido a que una Delegación, guiada por propósitos supremacistas, ha condicionado la negociación de documentos jurídicamente vinculantes a la revisión de los métodos de trabajo. La Convención sobre Armas Biológicas y la Convención sobre Armas Químicas fueron concebidas exitosamente bajo estas mismas normas. Solo la eliminación completa de las armas nucleares podrá asegurar a la humanidad su propia autopreservación. Venezuela respalda todas las iniciativas destinadas a lograr un desarme general y completo. Considera que estas armas representan una negación del ser humano y de la vida en el planeta. La República Bolivariana de Venezuela apoya todas las medidas regionales que puedan coadyuvar a la creación de un compromiso multilateral con carácter universal para el desarme. América Latina y el Caribe es una zona de paz, libre de armas nucleares. Así lo establece el Tratado de Tlatelolco del año 1967 y lo ha declarado la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada en La Habana, Cuba, en 2014. Allí, los jefes de Estado y de Gobierno asumieron el compromiso de no permitir ni dar espacio al armamentismo devastador de tipo nuclear o cualquier otro de similares características. Las zonas libres de armas nucleares constituyen un medio eficaz para fortalecer el concepto de prohibición global. Venezuela invita a todas las regiones a realizar un decidido esfuerzo para constituirse en espejos de este esencial valor internacional y condenar enfáticamente cualquier intento de promover y facilitar el armamentismo en cualquiera de sus manifestaciones. Nuestro país llama a la eliminación de las armas nucleares y a que éstas no tengan rol alguno en las doctrinas de defensa estratégica, en las políticas de seguridad, y en las estrategias militares. No puede seguir manteniéndose el concepto de seguridad sobre la base de la promoción y desarrollo de alianzas militares, cuya esencia es la disuasión o la amenaza del uso de armas nucleares. Es alarmante el despliegue de bases militares en el territorio de Estados que no poseen armas nucleares, mediante acuerdos y tratados de defensa regional, haciendo que, incluso, Estados no nucleares se vean obligados a ampararse en las doctrinas de disuasión nuclear que promueven los Estados Nucleares. Nuestro país valora a aquellos países que siendo poseedores de armas nucleares, han manifestado su disposición a realizar esfuerzos concretos para proporcionar un ambiente de confianza y cooperación. En este sentido, nuestro país acompaña las propuestas e iniciativas presentadas por Rusia y China para prevenir la carrera de armamentos en el espacio ultraterrestre. Como país amante de la paz, hacemos un llamado a acompañar esta propuesta, para evitar la proliferación de armas en el espacio ultraterrestre. En el año 2017 se adoptó, por dos tercios de la membresía de las Naciones Unidas, el Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares, del cual Venezuela es parte. Este Tratado representa una evolución en el régimen de desarme nuclear y procura de preservar a la especie humana. Preocupa a mi delegación las políticas aplicadas por algunas Potencias imperialistas que pretenden, bajo la práctica del unilateralismo, vulnerar la soberanía y la independencia política de los Estados, quebrantando la paz, el desarrollo y la solidaridad internacional. Potencias que promueven guerras e invasiones contra países en desarrollo, con el propósito de apropiarse de sus recursos naturales y explotar inhumanamente sus recursos. Vivimos un difícil momento histórico. El multilateralismo es desafiado por potencias imperialistas y genocidas que pretenden imponer incluso por la fuerza y mediante actos guerreristas–su hegemonía. En este camino irrespetan, con el mayor descaro, la Carta de la ONU y las normas fundamentales del derecho internacional. El año 2020 se inició con la agresión de un país poseedor de armas nucleares contra uno no poseedor. Se asesinó a un gran líder militar iraní, el General Soleimani, emblema de la lucha anti-terrorista, trasgrediendo los más elementales principios del derecho internacional. Fue, sin duda, un acto de terrorismo de Estado que generó nuevas tensiones regionales. En ese mismo sentido, Venezuela sufre la aplicación de criminales medidas coercitivas unilaterales, impuestas por el Gobierno de Estados Unidos, que causan muerte, dolor y sufrimiento al pueblo venezolano. Medidas que constituyen crímenes de lesa humanidad. Por eso, el gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros presentó una denuncia a la consideración de la Corte Penal Internacional. Esperamos que los culpables de estos crímenes paguen por ellos. Esta Conferencia es el foro apropiado para fortalecer aquellas iniciativas que contribuyen a construir el consenso orientado a la creación de instrumentos jurídicamente vinculantes, destinados a prevenir la carrera de armamentos, prevenir la guerra nuclear, proteger a los países no poseedores, y prohibir el emplazamiento y uso de armas en el espacio. Venezuela reafirma la importancia de promover el multilateralismo, como un principio fundamental para las negociaciones en materia de desarme y no proliferación. Y en ese sentido, reafirma la importancia de la convocatoria del Cuarto Período Extraordinario de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicado al desarme (SSOD-IV). Este sigue siendo el foro más apropiado para promover las prioridades establecidas por el SSOD-I, incluido el desarme nuclear como la máxima prioridad para la comunidad internacional. La Conferencia de Desarme no puede continuar posponiendo el inicio de sus labores sustantivas. La urgencia con la que acometamos esta tarea determinará la vigencia e, incluso la pertinencia de este foro. Debemos comenzar por alcanzar un acuerdo sobre el Programa de Trabajo y un cronograma de actividades. Confiamos en que durante el año 2020 la Conferencia pueda avanzar en la creación del consenso necesario para asegurar la paz y seguridad internacionales. Muchas gracias.

Ginebra, 26 de febrero de 2020