Intervención del embajador Samuel Moncada durante presentación del Informe del Comité de Verificación de Poderes ante la ONU - MPPRE

Intervención del embajador Samuel Moncada durante presentación del Informe del Comité de Verificación de Poderes ante la ONU

Señor Presidente,

Agradecemos a la Asamblea General de las Naciones Unidas por haber aceptado las credenciales de nuestra delegación como únicos y legítimos representantes de la República Bolivariana de Venezuela. Esta decisión es un reconocimiento a la voluntad soberana de nuestro pueblo para elegir a sus gobernantes en paz, así como a nuestro derecho inalienable a la libre determinación e independencia nacional.

Señor Presidente,

Una vez más, el gobierno de los Estados Unidos de América ha fracasado en su política intervencionista contra la República Bolivariana de Venezuela al disociarse de la adopción de la resolución aprobada por el Comité de Verificación de Credenciales, únicamente en lo que respecta a las credenciales del gobierno constitucional y democráticamente electo del presidente Nicolás Maduro Moros.

La decisión del gobierno de los Estados Unidos de América de instrumentalizar la Asamblea General de las Naciones Unidas para promover su política de “cambio de régimen”, incluso ejerciendo presiones a otras honorables delegaciones para que le acompañen en esta aventura, continúa demostrando el desprecio de ese gobierno por los Propósitos y Principios contenidos en los Artículos 1 y 2 de la Carta, al tiempo que intenta convertir a la Organización en un arma de intervención para promover golpes de Estado contra las autoridades legítimas de cualquier Estado Miembro de la ONU.

No existe en el derecho internacional norma alguna que permita al gobierno de los Estados Unidos de América involucrarse en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela o de cualquier otro país, desconociendo la soberanía de su pueblo y la autoridad de sus legítimos representantes. Tampoco existe la facultad legal para erigirse en árbitro de los sistemas políticos de los Estados miembros de las Naciones Unidas y, mucho menos, de las democracias a nivel mundial. En tal sentido, su comportamiento como supuesto “decisor universal” en los procesos electorales de los Estados soberanos es una muestra del permanente incumplimiento de sus obligaciones internacionales, con el propósito de desestabilizar los sistemas políticos alrededor del mundo.

Señor Presidente,

La Carta de las Naciones Unidas no permite la instrumentalización de esta Asamblea General para desconocer las autoridades de sus miembros o para imponer criterios selectivos acerca de la democracia. Los Estados Unidos de América no son la medida del mundo. Al referirnos a las relaciones entre los Estados, incluida la cuestión democrática, no existe un orden normativo distinto al de la Carta de las Naciones Unidas y al derecho internacional. Un supuesto “orden basado en normas” no acordadas por todos los Estados y donde los Estados Unidos de América imponen sus reglas de comportamiento, es una violación de la Carta de la Organización. Los Estados Unidos no pueden nacionalizar al mundo.

Por último, agradecemos a los estados miembros de esta Asamblea General por aceptar nuestras credenciales, rechazando las agresiones coloniales contra nuestro país y reconociendo la voluntad de nuestro pueblo. Venezuela es y será siempre libre, independiente y soberana.

Muchas gracias, Señor Presidente.