Discurso del canciller Plasencia en Reunión de Alto Nivel de la ONU para conmemorar el 20° aniversario de la Declaración de Durban - MPPRE

Discurso del canciller Plasencia en Reunión de Alto Nivel de la ONU para conmemorar el 20° aniversario de la Declaración de Durban

En el vigésimo aniversario de laTercera Conferencia de Durban, la República Bolivariana de Venezuela se une con la misma firme convicción que entonces nos inspiró en torno a la urgencia de erradicar toda discriminación racial, intolerancia y xenofobia, manifestaciones que son el resultado directo de concepciones ideológicas supremacistas causantes de inmenso dolor y sufrimiento a lo largo de la historia, particularmente entre los más vulnerados.

La comunidad internacional tiene el deber moral, sin más demora, de generar conciencia, legislar y hacer cumplir las normas de convivencia pacífica, respeto y tolerancia entre todos los ciudadanos, sobre la base de la igualdad de derechos e inclusión, independientemente de la raza, nacionalidad, sexo y género, condición económica, religión y pensamiento; un ideal sobre el cual, increíblemente, aún existe una deuda por saldar.

Señor Presidente,

Venezuela es una sociedad multiétnica y pluricultural de acuerdo con nuestra Constitución, y su inspiración primaria se basa en la inclusión de los sectores históricamente discriminados, siempre abierta a la convivencia común de todas las culturas, y con una viva presencia indígena, afrodescendiente, americana, europea, del Medio Oriente, Asia, y todas las regiones, que han enriquecido por siempre nuestra cultura y nuestros valores.

Toda la acción y esencia de las políticas públicas de nuestro gobierno está orientada a preservar y promover la coexistencia y los derechos de todas y todos, en independencia de sus raíces culturas. Se trata de un compromiso ético de primer orden del accionar del Estado, siendo la participación y el protagonismo político y social de mujeres, pueblos indígenas y afrodescendientes la parte más sustantiva de nuestro modelo democrático y popular, así como la reivindicación permanente de sus derechos una motivación constante.

Esperamos con gran expectativa participar en la Primera Sesión del Foro Permanente para los Afrodescendientes, el cual Venezuela apoya decididamente como una expresión democrática y desde las bases en el entorno multilateral que debe fortalecer la participación y conciencia sobre la lucha contra el racismo, las reparaciones y la inclusión, y que se incorpora, además, al Decenio Nacional para Personas Afrodescendientes en Venezuela, decretado en el año 2018.

Al tiempo que reconocemos el valor de lo acordado en la Declaración Política y los esfuerzos durante su negociación, creemos que la responsabilidad internacional de las Reparaciones por parte de los países que por siglos traficaron con seres humanos, debió estar reflejada de forma directa y sin ambages en el Documento Final, y esperamos que todos quienes se opusieron a esta inclusión puedan finalmente tomar consciencia sobre su rol en este proceso y asumir sus responsabilidades históricas con el mismo honor que exigen las víctimas y sus descendientes.

Creemos en los principios de Justicia, Reconocimiento y Desarrollo propuestos por el Decenio Internacional para los Afrodescendientes,esos mismos principios que hoy demandan la necesidad de trabajar en una ruta para que los gobiernos del mundo asuman las reparaciones como una demanda justa, basada en el respeto y la dignidad, no en la confrontación. Aspiramos a que las reparaciones sean entendidas como un derecho humano, ético y político que castigue los crímenes de lesa humanidad cometidos en tiempo de la trata trasatlántica, la conquista y la colonización, que condujeron a una mayor desigualdad social y económica entre nuestros pueblos.

Señor Presidente,

Hemos evidenciado con gran alarma que las expresiones de discriminación, odio y violencia con motivos raciales y económicos, entre otras, alrededordel mundo, inclusive en los países del Norte, han aumentado en los últimos tiempos. Esta dramática realidad se une a la emergencia originada por la actual pandemia, que exacerba tensiones, y a ideologías y liderazgos supremacistas y anacrónicos que fundan su accionar en la intolerancia y la división. Es urgente actuar de manera coordinada y decidida para atajar las causas y consecuencias de este modelo y, en ello, las Naciones Unidas continúa siendo protagonista de primer orden.

El sistema económico de depredación y consumo imperante, que fomenta la segregación de clases y razas y que destruye el medio ambiente, hoy ha generado más discriminación, la cual se evidencia, entre otras, en la desigual distribución global de vacunas, privilegiándose a los países más ricos. Nos unimos al llamado de la OMS en favor de hacer de las vacunas un bien público global y liberar sus patentes para garantizar la pronta y efectiva inmunización de toda la población mundial. Superar de forma sostenible la COVID-19 y cualquier pandemia futura será siempre una tarea colectiva en la que nadie estará a salvo hasta que todos lo estemos.

A este complejo escenario se suma, además, la aplicación ilegal y criminal de medidas coercitivas unilaterales que algunos sectores mundiales usan para avanzar en sus fines políticos, excluyendo más de un tercio de la humanidad, y generando gran sufrimiento y dolor. Las políticas de bloqueo económico, comercial y financiero son la expresión más barbárica de la discriminación y de guerra sofisticada que atenta contra la paz y contra los ideales de las mismas naciones. De allí que exigimos una vez más su levantamiento total e inmediato.

Señor Presidente,

A dos décadas de Durban, sus principios y motivaciones continúan más vigentes que nunca, lo cual nos debe llevar a una acción más firme y sostenida. En la década por delante, tenemos el compromiso de cumplir con la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, en una demandante realidad mundial. Debemos reafirmar, también, nuestro compromiso real con la inclusión, con los máximos valores del diálogo ycon la conciencia del respeto a la diversidad en medio de las diferencias.

No podemos seguir permitiendo el accionar de grupos que se suponen superiores a otros, ni tampoco la vergüenza de la desigualdad y la discriminación. Tenemos el deberde erradicar sus causas y secuelas. En nombre del Pueblo de Venezuela y del Presidente Nicolas Maduro, ratificamos nuestro compromiso de continuar promoviendo con hechos la Declaración y el Programa de Acción de Durban, fortaleciendo los espacios nacionales de participación popular, impulsando las reparaciones y el protagonismo de los Pueblos Afrodescendientes, indígenas, y de todos los sectores con los cuales la deuda social sigue siendo un asunto pendiente.

Muchas gracias.