Discurso del canciller Jorge Arreaza en Conferencia sobre Cambio Climático COP25 en Madrid - MPPRE

Discurso del canciller Jorge Arreaza en Conferencia sobre Cambio Climático COP25 en Madrid

Buenos días. Tanto al gobierno de Chile como al gobierno de España, agradecerle sobre todo a España por haber logrado que se organice esta importante conferencia en tiempo récord. Queríamos comenzar con una cita de 1845 que dice lo siguiente: “La esencia del pez en su existencia, el agua. La esencia del pez de agua dulce es el agua del río, pero éste deja de ser la esencia del pez y ya no sigue siendo un medio de existencia satisfactorio tan pronto como el río es expuesto al servicio de la industria, tan pronto como es contaminado por colorantes y otros productos de desechos, y lo navegan los barcos de vapor o tan pronto como su agua es desviada hacia canales donde el simple drenaje puede privar a los peces de su medio de existencia”. 1845, el profesor Carlos Marx lo advertía ya entonces. En 1992, el presidente comandante Fidel Castro Ruz decía que había una especie en peligro de extinción y esa especie era la humana. Podemos nosotros, 27 años después, decir que sigue la especie humana en peligro de extinción. Permítanme también recordar las palabras que hace 10 años exactamente tomó las calles de Dinamarca las manifestaciones contra aquella Conferencia sobre el Cambio Climático, el comandante Hugo Chávez y aunque trataron de no darle la palabra a él o al presidente digno Evo Morales de Bolivia; Hugo Chávez recordó: “No cambiemos el clima ¡cambiemos el sistema! y en consecuencia, comenzaremos a salvar el planeta”. Para Venezuela es fundamental que la comunidad internacional renueve su compromiso con el multilateralismo así como con el Derecho Internacional en todas las áreas, especialmente en el área climática, pero podemos hablar de una crisis del clima, más bien hablemos de una emergencia, llamémosla por su nombre, es casi una catástrofe y tenemos que detenerla inmediatamente. El planeta ha sido víctima del modelo capitalista y sus patrones de consumo y producción, de sus modos y medios de producción asociados al neoliberalismo y del secuestro financiero del orden mundial; por eso para nuestro país no cabe la posibilidad de aceptar el “borrón y cuenta nueva” sobre los compromisos del periodo pre 2020. Los principales países industrializados no están cumpliendo las promesas que hicieron para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y, si bien las tasas de emisión están cayendo en casi todos los países industrializados avanzados, las caídas son demasiado lentas para cumplir con los compromisos que los gobiernos asumieron, si ni siquiera podemos ponernos de acuerdo con simples paliativos cuando el reto en realidad es cambiar el modelo de producción, imagínense cuán lejos estamos de las soluciones. Más grave aún es la posición de los Estados Unidos de América, país que con profunda irresponsabilidad y siendo uno, sino el principal actor con participación propia en el conflicto climático mundial con una estimación del 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero, es hoy el principal generador per cápita y a pesar de ello pretende desviar la atención y excluirse de nuestras políticas comunes y colectivas. Los acuerdos no pueden basarse en transferir la responsabilidad de los que contaminan, pagando los países del Sur para que no contaminen mientras los del Norte han contaminado y seguirán contaminando. Lamentamos las dificultades crecientes en la fase de implementación del Acuerdo de París. Vehículos eléctricos, sí, muy bien, pero ¿y la huella ecológica para la producción de los vehículos eléctricos? ¿La huella para la producción de las baterías? ¿La huella para la energía que necesitan? Tenemos que hablarle al mundo con la verdad. Por qué no se habla en este foro de la fracturación de la corteza terrestre para la extracción de petróleo, el famoso fracking, una técnica de las transnacionales que debe ser evitada. La República Bolivariana de Venezuela mantiene su compromiso con el Acuerdo de París a pesar de que somos un país en desarrollo con una mínima aportación, pero debemos denunciar aquí que las medidas coercitivas unilaterales que ha impuesto Estados Unidos sobre Venezuela y otros países harán muy difícil que podamos cumplir con nuestros compromisos nacionales y, sin embargo, seguimos apostando a lograrlos. Señora presidenta, distinguidos delegados, el 50% de la totalidad del territorio venezolano, equivalente a unas 46 millones de hectáreas se encuentran bajo la figura de protección: áreas bajo régimen especial, con niveles importantes de protección. Podemos decir que las áreas más protegidas equivalen al tamaño geográfico de Chile y las áreas con distintos niveles de protección equivalen al área geográfica de España. En este contexto y en cumplimiento de los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París y nuestra contribución nacionalmente determinada, el 21 de marzo de 2017, nuestro presidente Nicolás Maduro decretó la creación del Parque Nacional Caura, catalogado como el más extenso del planeta, con 7.5 millones de hectáreas de selva tropical húmeda y en agosto de este año aprobó la incorporación de 10.000 nuevos funcionarios para el cuerpo civil de guarda parques y 10.000 bomberos forestales, cuya meta será cumplida antes del primer trimestre del año 2020. Venezuela igualmente se compromete con la incorporación de la perspectiva de género en todas sus políticas climáticas, pues sin duda, la mujer se ve afectada de manera desproporcionada por los impactos del cambio climático. Solicitamos que para una próxima sesión se dedique mayor tiempo a la consulta de tan importante tema de la agenda del órgano subsidiario sobre la implementación. Asimismo, destacamos que en el año 2020 se celebrará el 25º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. Señora presidenta, no podemos olvidar que la realidad climática actual demanda la inclusión de temas de carácter social en este espacio. Para finalizar, nuestro país hace un llamado a la comunidad internacional a asumir un modelo de desarrollo de mayor sustentabilidad, que cambie los actuales esquemas de intervención sobre la tierra, dado que son insostenibles y representan una amenaza para la supervivencia de los sistemas naturales que regulan el clima y sostienen la productividad. La especie humana sigue estando en peligro de extinción hoy más que hace 27 años. No cambiemos el clima, cambiemos el modelo de producción, cambiemos el sistema. Hablémosle a los pueblos con la verdad y efectivamente es tiempo de actuar. Muchas gracias.

Madrid, España, 10 de diciembre de 2019