Intervención del canciller Jorge Arreaza durante la Reunión Anual de Alto Nivel del Grupo de Amigos de la Alianza de Civilizaciones - MPPRE

Intervención del canciller Jorge Arreaza durante la Reunión Anual de Alto Nivel del Grupo de Amigos de la Alianza de Civilizaciones

Señor Alto Representante Miguel Ángel Moratinos, amigo

Excelencias,

Es un honor para la República Bolivariana de Venezuela participar por primera vez en esta Reunión de Alto Nivel del Grupo de Amigos de la Alianza de Civilizaciones, especialmente en esta ocasión que marca el 15° aniversario de su creación.

Desde Venezuela estamos plenamente conscientes de la encrucijada en que se encuentra hoy el mundo. La pandemia del COVID-19 es tan sólo la punta del iceberg, del témpano, que ha venido a rasgar el velo y nos permite hoy ver la realidad de un mundo plagado de inequidad social, de injusticia ambiental, de intentos por imponer modelos, bien sean políticos, económicos, sociales, de una creciente y peligrosa tendencia hacia el unilateralismo y la arbitrariedad.

Excelencias,

Ante este panorama de incertidumbre, los nobles propósitos con los que se conformó la Alianza de Civilizaciones cobran aún más vigencia. Venezuela se ha incorporado plenamente a esta noble iniciativa para defender la diversidad y el derecho sagrado a la tolerancia, para garantizar así la paz.

Estamos llamados a redoblar esfuerzos para atender de manera efectiva las muestras de discriminación e intolerancia que hemos observado con preocupación en el mundo de hoy, bien sea por razones económicas, de nacionalidad, de credos, razas, diferencias culturales o situación migratoria.

Deben adoptarse políticas audaces de inclusión, de sensibilización y de denuncia, en las que se le otorgue un rol protagónico a los sectores más vulnerables e históricamente excluidos, son ellos los que poseen las inmensas potencialidades en las que reside la clave del desarrollo sostenible para nuestros pueblos.

Por otra parte, nos enfrentamos también a la expansión de los fenómenos del extremismo violento que conducen al terrorismo, basado en fundamentalismos; pero también nos enfrentamos al odio y la intolerancia de grupos que buscan reavivar ideologías supremacistas y sacar así provecho de las divisiones, incluso hoy cuando más unidos deberíamos estar para hacer frente al enemigo común: el COVID-19.

Desde Venezuela hacemos un llamado a la tolerancia, el respeto, el fomento de la confianza y a la cooperación entre diversos actores para promover el diálogo entre civilizaciones, culturas y religiones, procurando así siempre el entendimiento, el derecho al desarrollo y a la paz de nuestros pueblos.

Finalmente, en nombre del pueblo y Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, ratificamos el compromiso de las instituciones del Estado y de la sociedad venezolana toda, para contribuir de forma activa en los esfuerzos de nuestra Alianza para las Civilizaciones, con en el peso moral que representa su accionar político alrededor de todo el mundo, como puente cada vez más necesario que enaltece el valor de la diversidad cultural y, sin duda, redunda en un mundo más justo, pacífico, próspero y equitativo.

“Benditas sean las diferencias”, nos decía el padre católico Juan Vives Suriá, benditas sean, bienvenidas sean, decía el padre Vives Suriá, un padre de origen español que estuvo con los pueblos pobres de Nuestra América y de Venezuela; benditas sean, pero no para dividirnos o para enfrentarnos, sino para encontrarnos y abrazarnos a partir de la diversidad.

Reciban un saludo y un abrazo del Presidente Nicolás Maduro.

Muchas gracias.