El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela rechaza una vez más el intento intervencionista de los Estados Unidos de reconocer a unas supuestas autoridades, en clara violación al derecho internacional, a la Constitución y al orden democrático establecido en el país por voluntad soberana del pueblo venezolano.
El Departamento de Estado pretende legitimar con un comunicado el funcionamiento de un grupo criminal transnacional ya tristemente célebre por su papel en el robo y despilfarro de los recursos de todos los venezolanos y venezolanas que se encuentran secuestrados en el exterior por causa de las medidas coercitivas unilaterales e ilegales dictadas desde Washington.
Este nuevo esfuerzo forma parte de una política fracasada y reincidente de Estados Unidos, que de manera criminal afecta la soberanía del país y busca poner en riesgo su paz, su estabilidad y su desarrollo. Es lamentable que al nuevo gobierno de Estados Unidos le siga faltando el valor de intentar sostener una relación diplomática, de diálogo con respeto con el Gobierno Constitucional de Venezuela, y que lejos de superar la política hostil de su predecesor, el gobierno actual continúe su persecución financiera, diplomática, económica y política contra Venezuela.
Las autoridades estadounidenses, además, hacen un llamado contradictorio a retomar un diálogo que ellos mismos descarrilaron hace pocos meses con el secuestro de un diplomático venezolano, miembro de la mesa de negociación.
Es tiempo de que el gobierno estadounidense abandone sus amenazas y que rectifique su posición, como ya lo han hecho varios de los actores internacionales que en algún momento cedieron ante la presión o el engaño de Estados Unidos para desconocer al gobierno venezolano. El aislamiento internacional de los Estados Unidos, en este nuevo escenario pluripolar, ya es significativo y posiciones irracionales, cobardes y neocolonialistas como la que mantienen hacia Venezuela no hará sino hundirlos más el aislamiento, mientras que el pueblo venezolano cada día se recupera de las agresiones y labra su porvenir por el camino de la autodeterminación, la independencia y la consolidación de la paz.
Caracas, 4 de enero de 2022