El embajador Héctor Constant Rosales, representante permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sede Ginebra, Suiza, respondió con contundencia a las declaraciones del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, durante la presentación de su informe al Consejo de Derechos Humanos, mandatado por la resolución 51/29, promovida por un grupo reducido de países que insiste en la injerencia y hegemonía, y adoptada por votación en septiembre de 2022.
El diplomático bolivariano recordó al Alto Comisionado que durante su visita a Caracas, en enero pasado, constató la realidad de los derechos humanos en el país sin filtro mediático, por lo cual lamenta que se vea obligado a hablar sobre Venezuela bajo la presión de una resolución que instrumentaliza al Consejo de Derechos Humanos con intereses geopolíticos, mostrando de manera evidente la selectividad, politización y dobles raseros de los que adolece el máximo órgano de derechos humanos de la ONU.
“Mientras los patrocinadores de la iniciativa quieren entorpecer el diálogo y la cooperación entre el Gobierno venezolano y la Oficina del Alto Comisionado, nosotros respondemos con la renovación por dos años de la Carta de Entendimiento que regula nuestra común relación, brindando a nuestros detractores una nueva lección de ética y de compromiso con los derechos humanos”, señaló el representante venezolano.
En su discurso ante el Consejo de Derechos Humanos, el embajador Constant Rosales reiteró que no es posible hablar de los derechos humanos en Venezuela sin tomar en cuenta el terrible impacto de las 927 ilegales medidas coercitivas unilaterales en la vida diaria del pueblo, impuestas por el Gobierno de Estados Unidos y otros países, que violan con impunidad el derecho internacional, y que constituyen un verdadero crimen de lesa humanidad.
El Representante Permanente de Venezuela ante la ONU-Ginebra señaló que su país ha continuado fortaleciendo su cooperación con la Oficina del Alto Comisionado, mediante mecanismos de diálogo establecidos con las instituciones del Estado, los cuales “confiamos sean garantía para evitar acusaciones, inapropiados juicios de valor e inaceptables aseveraciones por parte del Sistema de Derechos Humanos que no han sido debidamente comprobadas con las autoridades, y que se traducen en un desequilibrio penoso del discurso del Alto Comisionado”.
Constant Rosales indicó que Venezuela apoya la visión del Alto Comisionado sobre el compromiso y el diálogo constructivo como vías para contribuir a garantizar que el discurso en torno a los derechos humanos no sea manipulado con fines políticos.
Finalmente, la representación de la nación suramericana ratificó su firme compromiso con la promoción y protección de los derechos humanos, y la voluntad de seguir cooperando con el Consejo, sus mecanismos y su Oficina sobre la base del respeto a los principios de soberanía y no injerencia.
Misión Permanente de Venezuela ante la ONU y demás Organismos Internacionales en Ginebra