El lunes 6 de marzo, la Embajada de Venezuela en Perú, conjuntamente con el partido político Izquierda Socialista, realizaron el conversatorio virtual “Hugo Chávez: una década de inmortalidad comandando a los pueblos libres de Nuestra América”, en conmemoración del 10° aniversario de la partida a la inmortalidad del Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana.
Participaron en calidad de ponentes el embajador venezolano acreditado en Lima, Alexander Yánez; la historiadora Pilar Roca y el dirigente de Izquierda Socialista, Martín Guerra.
Guerra señaló que la figura del Comandante Hugo Chávez representa la unidad de nuestro continente y de los pueblos del mundo asediados por el imperio, por los que siempre abogó.
Valoró el rescate que Chávez hizo de procesos históricos, como las revoluciones rusa, china y cubana, pero también de la gesta emancipadora de Túpac Amaru y Micaela Bastidas, y de la figura del socialista peruano, José Carlos Mariátegui, asumiendo que cada pueblo tiene su propio camino en la lucha por su liberación.
El dirigente político recordó también la ayuda que recibieron miles de peruanos gracias a la Misión Milagro durante el Gobierno de Chávez. Y resaltó que la creación de las misiones sociales en beneficio de su pueblo, obligó a gobiernos de derecha a implementar programas sociales para evitar el influjo de la Revolución Bolivariana y el chavismo.
Pilar Roca realizó un símil entre el Comandante Hugo Chávez y el revolucionario peruano Túpac Amaru, quien lideró la lucha anticolonial más importante del siglo XVIII.
Detalló que ambos trabajaron por el bienestar de la población, quitaron comodidades a las minorías opresoras y por eso fueron atacados, a la vez que entendieron la importancia de la unidad continental para enfrentarse a los imperios de su tiempo.
Túpac Amaru planteó la unidad tawantinsuyana y de los oprimidos de la colonia para enfrentar al imperialismo español, mientras que el Comandante impulsó la unidad de nuestros pueblos para combatir al imperialismo norteamericano.
Roca sostuvo que ambos bregaron por la participación del pueblo en su propia liberación, presentando como ejemplo la presencia popular en los ejércitos de ambos procesos; reconocieron y practicaron los derechos de la mujer, poniendo de ejemplo el liderazgo femenino en cada caso; y forjaron una identidad como pueblos frente a la imposición política cultural de los imperios.
Por último, el embajador Alexander Yánez hizo un recuento histórico para explicar las condiciones sociales de las que emergió el Comandante Hugo Chávez en la palestra política venezolana.
Explicó que antes de Chávez había una antinomia del Estado y la sociedad, una alienación con la política exterior norteamericana y una desconexión entre lo cívico y militar. Este último aspecto, fomentado por la Cuarta República, tuvo su máxima expresión en El Caracazo de 1989, en que las Fuerzas Armadas fueron sacadas a disparar al pueblo que protestaba contra el paquete de medidas neoliberales impulsadas por Carlos Andrés Pérez.
Sostuvo el Embajador que fue con la rebelión de 1992, liderada por el Comandante, que se da una sincronía histórica entre el pueblo y las Fuerzas Armadas, restituyendo la unidad cívico militar con un liderazgo claro que cuestiona la situación de miseria.
El diplomático también resaltó el concepto de unidad de Chávez, derivado del pensamiento de Simón Bolívar, entendiéndolo como un concepto dinámico para la acción concreta de las fuerzas internas de la revolución, pero también de las fuerzas externas para la protección de los pueblos frente al poder imperial.
Embajada de Venezuela en Perú