El ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Yván Gil, reafirmó este martes la postura del Gobierno del presidente Nicolás Maduro en favor del desarme nuclear total y contra la proliferación de armas, como principal prioridad en la agenda de la Conferencia de Desarme de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se reúne en Ginebra, Suiza.
“Las armas nucleares plantean una seria amenaza para la vida en nuestro planeta, por su potencial destructivo, para cuyo desarrollo y modernización se destinan ingentes recursos que podrían ser dirigidos a la promoción del desarrollo económico y social de los pueblos”, argumentó.
El titular del despacho diplomático consideró que la Conferencia de Desarme debe dar un paso adelante y reasumir sus funciones como el principal foro de negociación de tratados jurídicamente vinculantes en asuntos de desarme.
Al respecto, destacó la importancia de emprender negociaciones de instrumentos que prohíban la producción de material fisible para armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares, como uno de los pasos hacia el desarme y la no proliferación nuclear.
Asimismo, Gil anunció que Venezuela acompaña las propuestas e iniciativas presentadas por la Federación de Rusia y la República Popular China orientadas a preservar el espacio ultraterrestre como un dominio de la paz.
El diplomático venezolano se refirió a la profunda preocupación que genera el Informe del Secretario General de la ONU, António Guterres, sobre el trabajo del ente multilateral en 2022, el cual destaca que el gasto militar alcanzó 2,1 billones de dólares, la cifra más alta de los últimos 30 años; recursos que “podrían encontrar mejor aplicación para contribuir a la cooperación internacional para el desarrollo y el derecho a la educación, a la salud o a la vivienda”.
“La poderosa inversión de recursos financieros de algunos países desarrollados para el diseño, modernización e implementación de tecnología armamentista, en detrimento de la inversión global en materia de salud, claramente profundizó los negativos efectos de la pandemia de la COVID-19 que aún sufrimos”, enfatizó el ministro Gil.
El canciller de Venezuela además puntualizó que la implementación de ilegales medidas coercitivas unilaterales destinadas a destruir el potencial económico de países en desarrollo “no es ajena al andamiaje de desarme”, por cuanto la historia ha demostrado que la creación de crisis económicas en países con gran potencial de desarrollo tiene por objeto generar difíciles condiciones de seguridad global y regional para justificar de manera macabra el fortalecimiento de doctrinas de disuasión.