Con la apertura de la frontera entre Venezuela y Colombia, este lunes 26 de septiembre, comienza otro capítulo en la historia de estas naciones hermanas. Se reanuda principalmente, el intercambio comercial entre el estado Táchira y el Departamento del Norte de Santander, zona fronteriza históricamente caracterizada por ser la más activa de la región.
A las 12:26 pm de Venezuela se reabrió la frontera oficialmente con el cruce del presidente Gustavo Petro del puente binacional Simón Bolívar, donde se encontró y estrechó las manos con el embajador venezolano Félix Plasencia; el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal y el ministro de Transporte, Ramón Velásquez Araguayán.
Aunque la reapertura de este importante límite forma parte de la política internacional de los presidentes Nicolás Maduro y Gustavo Petro, el restablecimiento de las relaciones bilaterales aún requieren tiempo para estar totalmente restablecidas, por lo que será progresiva.
Durante el acto inaugural, por primera vez en 7 años un camión cruzó el puente Simón Bolívar.
Estos países hermanos comparten, no sólo 2.229 kilómetros de frontera, sino una historia común. Fueron fundadas como provincias, bajo el dominio del imperio español. La espada del Libertador Simón Bolívar, representó la libertad y la fundación de una sola Nación, la Gran Colombia.
El sueño Bolivariano no logró materializarse por las pugnas e intereses de las oligarquías. Sin embargo, este proceso dio nacimiento a dos naciones independientes, cuya relaciones bilaterales han sido altas y bajas, pero unidas profundamente por lazos de hermandad.
Con la llegada del Gobierno Bolivariano, a comienzos del siglo XXI, Venezuela sentó las bases de relaciones comerciales y diplomáticas con Colombia basadas en el respeto y cooperación, lo que generó un sano equilibro entre Caracas y Bogotá, que siempre estuvo amenazado por la derecha colombiana.
La situación más crítica, ocurrió en el año 2018, cuando el entonces presidente de Colombia, Iván Duque, reconoce al exdiputado de derecha Juan Guaidó como supuesto “presidente interino”, con la intención de socavar al Estado venezolano.
No obstante, con la llegada de Gustavo Petro, el pasado mes de agosto a la presidencia de Colombia, la historia dio un giro importante, la esperanza se reanudó para ambos pueblos. La Diplomacia de Paz se interpuso, por encima del periodo de odio impulsado por la derecha, y la conspiración permanente contra Venezuela. El Jefe de Estado venezolano reconoció la voluntad política de acercamiento del nuevo presidente granadino.
“Vivimos cuatro años de odio contra Venezuela, de conspiración permanente. Todas las conspiraciones venían de Colombia que se convirtió en la base de la conspiración contra Venezuela. Hoy estamos dando los primeros pasos”, expresó recientemente, el presidente Maduro.
Previamente, el 28 de julio desde el Táchira, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, Carlos Faría y quien sería su homólogo colombiano, Álvaro Leyva, oficializaron la voluntad de ambas parte, para reanudar los vínculos diplomáticos. La primera acción fue el nombramiento de Embajadores y progresivamente, los demás funcionarios diplomáticos y consulares. Asimismo, ratificaron su disposición para consolidar los lazos de amistad y cooperación, con la revisión de todos los temas de interés binacional en beneficio de la felicidad de ambos pueblos.
El 11 de agosto, el presidente Maduro, oficializó la designación de Félix Plasencia, y le encomendó la misión prioritaria de restablecer los vínculos bilaterales “bajo los principios de respeto mutuo y autodeterminación de los pueblos». El presidente Petro, el mismo día, anunciaba la designación de Armando Benedetti como su Embajador y en esa oportunidad, encomendó la misión prioritaria de “restablecer la institucionalidad que existía décadas antes para que los dos pueblos hermanos puedan garantizar sus libertades y lograr que entre Colombia y Venezuela, se pueda construir riqueza para ambos pueblos”.
Venezuela y Colombia restablecieron relaciones políticas y diplomáticas, a partir que el 29 de agosto, cuando el Embajador colombiano, entregó las cartas credenciales al presidente Nicolás Maduro. Entretanto, el 7 de septiembre, el Embajador venezolano, hizo lo mismo ante el mandatario Gustavo Petro.
Previo a su llegada a Venezuela, el diplomático colombiano reiteró a través de su cuenta @AABenedetti en la red social Twitter, que trabajará “por reconstruir los lazos con nuestro vecino y reparar los daños generados en los corazones de nuestros pueblos a raíz de una ruptura de relaciones que jamás debió ocurrir”.
Entretanto Plasencia, anunció en su cuenta @plasenciafelixr de la misma red social, la tarea encomendada por el Mandatario Nacional. «Como lo instruyó nuestro Pdte. Nicolás Maduro, llegamos a la República de Colombia, para presentar las Cartas Credenciales ante el Gobierno de esta nación, traemos muchas ganas de avanzar en la Diplomacia de Paz en esta segunda oportunidad que nos brinda la historia de reiniciar las Relaciones Diplomáticas entre dos naciones hermanas”, destacó.
La apertura de la frontera es solo el comienzo del restablecimiento de las relaciones entre naciones hermanas y muestra de la voluntad política de acercamiento. La semana pasada, en el marco del 77° Período de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, se realizó otra histórica reunión entre los Cancilleres de Venezuela y Colombia, en la cual revisaron distintos temas de interés binacional, para seguir reanudando progresivamente las relaciones.
