En el marco de LXXVII período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela, Carlos Faría sostuvo un encuentro con el Consejero de Estado y Canciller de China, Wang Yi.
Tras culminar la reunión de trabajo, el Canciller venezolano agradeció el apoyo incondicional del Gigante Asiático a la Revolución Bolivariana y ratificó que afianzaron los vínculos entre ambas naciones.
Las relaciones entre Venezuela y China datan del 28 de junio de 1974, pero es durante el gobierno del comandante Hugo Chávez cuando adquieren otro nivel de cooperación, con la creación de la Comisión Mixta de Alto Nivel como mecanismo para el diálogo político y la cooperación bilateral en áreas estratégicas y que hoy impulsa de manera sostenida el presidente, Nicolás Maduro, junto a su homólogo chino, Xi Jinping.
En este contexto, Caracas y Pekín han suscrito en un periodo de casi dos décadas distintos acuerdos en materia de hidrocarburos, salud, energía, industria, ciencia, tecnología y comercio.
En este sentido, la ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, de la República Bolivariana de Venezuela, Gabriela Jiménez ha destacado que uno de los elementos más valiosos de las relaciones chino-venezolanas ha sido la cooperación aeroespacial que ha permitido la formación de casi 300 profesionales en institutos y universidades chinas, dando paso a la puesta en marcha de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE).
De igual manera, otros de los elementos claves de este esquema de relaciones bilaterales, ha sido el desarrollo de infraestructuras en materia de telecomunicaciones que ha llevado a la puesta en órbita del Satélite Simón Bolívar y, al desarrollo actual de un segundo satélite, el Guaicaipuro.
El ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, Carlos Faría ha enfatizado que los nexos binacionales entre ambas naciones, no solo se concentran en el área de industria, ciencia, tecnología y comercio, sino también en la diplomacia y política, esta última con coincidencias en la defensa de las grandes causas del sistema multilateral.