Martin Luther King: fiel defensor de los derechos civiles del pueblo afroamericano - MPPRE

Martin Luther King: fiel defensor de los derechos civiles del pueblo afroamericano

Cada 4 de abril en todo el mundo se recuerda la vida y obra del Dr. Martin Luther King Jr, quien dejó un legado invalorable de luchas por los derechos civiles de los afroamericanos, en el contexto de los cambios sociales sin violencia. La vida del activista encarnó los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En vida, Martin Luther King marcó precedentes históricos en la defensa de los derechos humanos.

Los pueblos progresistas lloraron su partida. La vida del líder fue cegada en abril de 1968 de un disparo con un rifle Remington Peters30-06 de punta blanda, en el balcón del Motel Lorraine, Memphis, Tennessee; estado al que viajó para apoyar a los trabajadores negros del departamento de recolección de basura, quienes se encontraban en huelga. Los detalles permanecen intactos con el paso del tiempo, pero aún se cuestiona quién estuvo detrás del crimen.

Su muerte, en momentos en que preparaba una gran manifestación para visibilizar la situación de extrema pobreza en la población afroamericana, desató una oleada de manifestaciones, saqueos y enfrentamientos que mantuvieron en jaque por varios días al gobierno de Lyndon Johnson.

Asesinado

En la fecha se conmemora la siembra del clérigo estadounidense oriundo de Atlanta, reconocido por sus ideales y quien se entregó a la causa de la igualdad y el respeto de los derechos humanos de la población negra de su país, de las personas más pobres y de todas las víctimas de injusticias. Su arma de combate fueron las protestas pacíficas, en las que pronunció discursos que siguen resonando en la actualidad.

Luther King destacó por su coraje, solidaridad y destreza. Poseía una sólida capacidad de liderazgo que lo llevó a encarar y denunciar las atrocidades raciales y desigualdades sociales del sistema hegemónico estadounidense que imperaba para la época. Aunque Estados Unidos había abolido la esclavitud desde la segunda mitad del siglo XIX, con la Guerra Civil numerosos afroamericanos habían combatido y perdido la vida en la Segunda Guerra Mundial, persistían la discriminación y el racismo, especialmente en el sur del país.

Su trabajo arduo le ganó un gran poder de convocatoria y le permitió liderar eventos históricos como la Marcha a Washington en agosto de 1963, a la que acudieron más de 250.000 personas y cuyo efecto se reflejó en la proclamación de las leyes de los Derechos Civiles y del Derecho al Voto, que garantizó el derecho al sufragio libre a todos los ciudadanos de Estados Unidos, sin ninguna restricción discriminatoria. Hasta entonces, algunos estados basaban ese derecho en criterios raciales o de alfabetización.

Es en Washington, durante una conferencia cristiana, que hace su gran alocución significativa manifestando su voluntad esperanzada de lograr un país lleno de fraternidad y justicia para todos, sin restricciones y pronuncia su famoso discurso de nombre «Yo tengo un sueño», en el año 1963.

“Tengo un sueño, sueño que mis hijos vivan un día en un país donde no sean juzgados por el color de su piel”, y más adelante añadió, “tengo un sueño, sueño que mis cuatro hijos vivan un día en una nación donde no sean juzgados por el color de su piel sino por su carácter. (…) sueño que un día en Alabama las niñas y los niños negros puedan tomarse de la mano con las niñas y los niños blancos como hermanas y hermanos”, dijo Martin, palabras que hoy siguen cobrando efervescencia en el mundo por parte de los pueblos que luchan por alcanzar las garantías fundamentales.

Para el año de 1964, el notable político también fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, por la resistencia pacífica contra los prejuicios raciales en toda Norteamérica.

Martin Luther King era un gran partidario de las Naciones Unidas como institución y como ideal. En un discurso pronunciado en 1968, pocos días antes de ser asesinado, afirmó que la existencia del género humano dependía de la no violencia y que la ONU era la instancia a la que había que respaldar para conseguir y garantizar la paz.

Llegó a visitar dos veces la sede de la ONU, en 1964, tras recibir el Nobel de la Paz y luego en 1967, encabezando una delegación que presentó ante el organismo una protesta formal contra la guerra de Vietnam y el papel de Estados Unidos en ella. Al salir de esa reunión, frente al complejo de la ONU y ante una multitud de 125.000 personas opositoras a esa guerra, pronunció un discurso al respecto.

En tributo a esta lucha, en Venezuela, con la llegada de la Revolución Bolivariana, bajo el liderazgo del para entonces presidente Hugo Chávez, se ve reflejada en la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la esencia humanista de las luchas universales de los pueblos y encarnada por el líder afroamericano, y se incluyen los derechos de todos los pueblos sin distingos, como claro ejemplo del ideario participativo y protagónico que hoy se consolida en el país.

En la actualidad, con el presidente Nicolás Maduro Moros, se expande la participación no sólo de nuestra afrovenezolanidad, sino también de todos los sectores sociales que expresan nuestras culturas y costumbres con la mirada puesta en nuevos desafíos para preservar la paz y la independencia ante las amenazas imperiales.

Asimismo, en Venezuela cada 15 de enero se celebra el Día Nacional de las Pastoras y Pastores Evangélicos, en tributo a la fecha de nacimiento del líder cristiano, Martin Luther King, (15/01/1929), tras decreto del Dignatario venezolano, establecido en diciembre del año 2019, durante una jornada de trabajo con representantes del Movimiento Cristiano Evangélico por Venezuela.

Aunque la larga mano imperial lograra acabar físicamente con el líder cristiano en el año 1968, su incansable lucha por la libertad es ejemplo ferviente para la Revolución Bolivariana, liderada por un pueblo que hace suyo el carácter humanista de Martin Luther King; un legado de inclusión y democracia en vigencia.

Prensa Presidencial