ISB realiza encuentro sororo sobre el bloqueo de EEUU contra mujeres venezolanas - MPPRE

ISB realiza encuentro sororo sobre el bloqueo de EEUU contra mujeres venezolanas

El Instituto Simón Bolívar para la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos (ISB) realizó el foro-conversatorio «El bloqueo como forma de violencia contra las mujeres en Venezuela«, que contó con la presencia de invitadas internacionales, vinculadas a organizaciones feministas de diversas partes de América Latina.

Este encuentro, forma parte de la agenda de acción del ISB, en el mes de la lucha por la erradicación de la violencia contra las mujeres.

La jornada permitió debatir el impacto negativo de las medidas coercitivas y unilaterales impuestas desde Estados Unidos; que afecta principalmente a este sector de la sociedad.

Durante la moderación del foro, Laura Franco, coordinadora de Intercambio y Cooperación del ISB, afirmó que «a partir de la siembra del Comandante Chávez esta forma de agresión imperialista contra nuestro pueblo, nuestro país, se ha incrementado y ha desarrollado múltiples formas de agresión«.

Reiteró que las medidas impuestas -por Estados Unidos- son ilegales, extraterritoriales; y por ende es fundamental conocer los efectos de este bloqueo desde la perspectiva de género.

Mujeres frente al criminal bloqueo


Para profundizar sobre a situación, la abogada y directora general de «Género con Clase», Rebeca Madriz, presentó un balance a las invitadas sobre cómo las mujeres venezolanas hacen frente a esta dramática situación, desde el año 2015.

«Las medidas han intentado tocar el corazón de la economía venezolana. Una economía con características dependientes, que ha sido altamente impactada«, explicó Madriz.

Agregó que estas potenciaron la disminución del 99 por ciento de los ingresos en divisas; afectando la economía nacional, y las importaciones no petroleras, desde el año 2014.

El impacto de este criminal bloqueo se siente en el pueblo en materia de bienes y servicios, alimentos, medicamentos, entre otros.

Madriz comentó que «Venezuela prácticamente en 2011 había alcanzado la meta de «hambre cero»; entre 2011-2013 la inseguridad alimentaria en el país afectaba al uno o dos por ciento de la población y se incrementó a 14 por ciento«, a partir de las acciones ilegitimas de EEUU.

Otros datos demuestran cómo la situación impactó el acceso de las mujeres a medicamentos de alto costo; especialmente para tratamientos contra el cáncer de mama y del cuello uterino.

Durante el año 2020, Genero con Clase, realizó una encuesta en una población de 2 mil mujeres para conocer el impacto de estas medidas.

En el estudió más del 80 por ciento de las mujeres consideró que las medidas coercitivas violan los derechos humanos, la paz nacional; y desmejoran la calidad de vida del pueblo venezolano.

Un 62,13 por ciento de ellas señala a la violencia de género como uno de los principales efectos de las medidas coercitivas y unilaterales.

Consideran que estas acciones negativas contra el país, disminuyeron los créditos otorgados por la banca pública y privada; para el desarrollo de sus empredimientos productivos.

La encuesta reflejó que 47,63 por ciento de las mujeres tienen problemas para acceder a los métodos anticonceptivos.

Más del 80 por ciento señaló que existe un incremento en las labores de cuidados. Lo que implica que el uso del tiempo de las mujeres siga anclado a la dinámica patriarcal de dominación.

«Estas medidas, y nuevas formas de guerra contra los pueblos, afianzan formas de violencia estructural que refuerzan el patriarcado», afirmó Madriz.

En este foro de sororo, Ludyt Ramírez, integrante del movimiento «Heroínas sin barreras«, excontituyente y docente venezolana, abordó la situación que atraviesan las personas con discapacidad en medio de esta agresión imperial.

Recordó que el comandante y líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, trabajó arduamente para visibilizar y cristalizar políticas públicas en sectores vulnerables y olvidados.

Aseguró que debido a las medidas ilegítimas del imperio enfrentan problemas de acceso a medicamentos, alimentos, servicios públicos; y esto se potencia dada su condición de salud.

«La obtención de alimentos nos afectó. Entre 2015-2016 fue muchísimo más terrible el impacto, porque habían centros específicos donde se distribuían los alimentos y para quienes tenemos discapacidad (…) la movilización a esos centros era muy cuesta arriba«, explicó Ramírez.

No obstante, precisó que el sector de la discapacidad vinculado a la revolución siguió trabajando y defendiendo el modelo político «que ha sentado las bases para avanzar en la disminución de la violencia hacia nosotras. Las medidas coercitivas y unilaterales no nos han doblegado«, sentenció.

Solidaridad y Sororidad latinoamericana


Por su parte, Luisa Herrera, lideresa del comité de política internacional de la Organización Socialistas Democrática de Estados Unidos, reflexionó sobre cómo el bloqueo económico, financiero y comercial, forman parte del esquema de violencia que fomenta la Casa Blanca, incluso contra sus propios ciudadanos.

Herrara detalló que como ciudadana estadounidense «la condición de la mujer, la vida en los EEUU, no es fácil. Hay resistencia en los EEUU, así como la hay en Venezuela. Uno de los ejemplos más visibles es la marcha de las mujeres como resultado de la elección de Trump, ya que este representó las peores formas de arrogancia y patriarcado«

Para la activista estadounidense, la solidaridad internacional es importante. «Los Socialistas Democráticos de EEUU, de manera uniforme, condenamos las sanciones ilegales y criminales, que son una clara violación a los derechos humanos. Nos mantenemos inquebrantablemente en apoyo a la Revolución Bolivariana y al proyecto socialista venezolano«.

En el encuentro, la estudiante de sociología y nicaragüense, Aminta Zea, reiteró que EEUU quiere derrocar a los pueblos que luchan por su soberanía. Por eso Nicaragua y Venezuela son focos de agresión imperial.

«El gobierno estadounidense es la entidad mas terrorista en todo el mundo. Lo que EEUU quiere hacer con su guerra económica es convertir a Nicaragua como El Salvador, Honduras, donde la cantidad de femicidios es muchísimo mas que en Nicaragua«, afirmó Zea.

En el mismo orden, María Paula Giménez, psicóloga e integrante de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, capítulo Argentina, centró sus reflexiones en cómo el imperialismo utiliza a las mujeres como «una reproductora de la fuerza de trabajo».

Alertó que organizaciones como las lideradas por George Soros o Bill Gates «empiezan a financiar organizaciones feministas que proponen consignas donde las luchas se dan por derechos individuales«.

Giménez dijo que esta practica es peligrosa y se trata de una trampa. Por ende, reiteró que el feminismo es un territorio en disputa desde la revolución.

En tanto, Nela Cedeño, docente ecuatoriana, secretaria general de la Juventud Latinoamericana Progresista, afirmó que «el bloqueo convierte a un país en una zona de conflicto, en una zona en disputa».

Mencionó que estas ilegítimas practicas potencian la migración de millones de personas en el mundo; quienes, además, se enfrentan a campañas de xenofobia impulsadas desde los medios de comunicación. Alertó sobre la necesidad de entender esta problemática para actuar en consecuencia.

Marcela Corjeno, periodista e integrante de la Coorporación Londres 38, destacó el rol de las mujeres chilenas en estos procesos de lucha contra modelos dictatoriales e imperiales. «También vivimos esta lucha y disputa por nuestro feminismo, que es un feminismo de clase«, expresó.

La activista chilena, quien vivió diez años en Venezuela, afirmó que «si bien la Revolución Bolivariana le ha dado un protagonismo muy importante (…) hay una deuda de la Revolución de dar ese salto e ir más allá (…) así como hay una Ley de Tierras, también la mujer requiere en este país derechos consagrados (…) es un desafío; hay que revolucionarnos un poquito más«, comentó.

Finalmente, la joven mexicana, militante de Feministas por la Cuarta Tranformación, Tania Calzado, valoró el encuentro pues le permitió entender la magnitud del impacto de las medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela.

«En Venezuela, y en América Latina, las mujeres son quienes fungen como principal pilar de las familias. Es una guerra. A lo mejor no con tanques, no con armas, pero si con armas mas sutiles, con armas que no matan al instante pero que instalan y profundizan un sistema que ya de por si es violento, que es el capitalismo«, reflexionó.

Agregó que actualmente las mujeres son «las principales actoras, a nivel local, de nuestras organizaciones políticas. Lo que las mujeres estamos haciendo en América Latina,es fundamental. Las mujeres ya están en la vida política. Ninguno de nuestros procesos revolucionarios habría sido posibles; resistimos y luchamos desde esta realidad«, afirmó Calzado.

Prensa ISB