La República Popular de China y la República Bolivariana de Venezuela establecieron nexos diplomáticos hace 47 años, y con el inicio de la Revolución Bolivariana, al mando de Comandante Hugo Chávez, se fortalecieron aún más los vínculos de hermandad y cooperación.
Hoy, bajo la conducción del presidente Nicolás Maduro, las relaciones entre ambas naciones siguen un camino indetenible para la construcción definitiva de un mundo multipolar.
Desde el 28 de junio de 1974 los lazos amistosos chino-venezolanos se basan en los principios de respeto mutuo, igualdad y beneficio recíproco con miras hacia el futuro.
Hasta la fecha se han ejecutado una cantidad importante de proyectos en las áreas energética, industrial, obras públicas, vivienda, agrícola, científica y tecnológica, transporte, cultura, comercio y de seguridad y defensa.
En este sentido, es importante recordar al Comandante Chávez, quien, en una rueda de prensa ofrecida el 6 de diciembre de 2011, dejó clara la ruta de trabajo con el gigante asiático, meta que proyectó hasta el 2030.
«Con China las relaciones son maravillosas, dije y lo repito, desde todos los puntos de vista, de aquí del corazón, de la hermandad, de la compresión mutua, las relaciones políticas desde al más alto nivel. Hemos consolidado una alianza estratégica en lo político y económico (…) Ahora viene un plan de las relaciones China-Venezuela para los próximos 20 años, del 2011 al 2030», Hugo Rafael Chávez Frías.
Esta alianza estratégica fue establecida por los presidentes Chávez y Jiang Zemin en el 2001, con la fundación de la Comisión Mixta de Alto Nivel Venezuela-China, como mecanismo para el diálogo político y la cooperación bilateral, es decir, desde convenios petroleros y energéticos hasta el plano aeroespacial.
Para el presidente Nicolás Maduro, las relaciones con China se transformaron de una sencilla cooperación, a una asociación de alto nivel para el desarrollo económico del país.
Relaciones de solidaridad
Las relaciones China – Venezuela han elevado su horizonte, específicamente en el área de la salud, tras declararse la pandemia por el Coronavirus a escala mundial en el año 2020, con la implementación de un puente aéreo permanente entre las dos naciones.
Con la aparición de esta pandemia, China se colocó al servicio pleno del pueblo venezolano para combatir los efectos del COVID-19, con el envío de cargamentos de medicamentos, pruebas rápidas, material de bioseguridad y mascarillas, además de las vacunas fabricada por la empresa Sinopharm.
Esta ayuda es posible gracias a los acuerdos alcanzados, y es precisamente esta acción solidaria lo que pone en evidencia ante el mundo, la fortaleza de los lazos de hermandad entre ambos pueblos.
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