«El 6 de agosto de 1945 tenía 6 años y 10 meses. Iba camino a la escuela, en Hiroshima, cuando vi pasar el avión enemigo y de pronto, me encontré bajo una nube con forma de hongo, con quemaduras en la cara y brazo derecho. Al momento de la detonación de la bomba, quedé encandilada por una luz muy fuerte, como el flash de una cámara en su máxima potencia, me mareé y no logré ver más nada, porque todo quedó oscuro como la noche, ya que el polvo se había elevado y tapó la luz del sol».
Lo anterior es parte del conmovedor testimonio de Toshiko Tamaka, sobreviviente (hibakusha) de 82 años de la bomba atómica lanzada por Estados Unidos contra dos ciudades japonesas en agosto de 1945, durante el conversatorio organizado por la ONG Barco de la Paz, como parte de un proyecto en línea que promueve un «futuro sin guerras ni armas nucleares».
Al principio de la actividad, la viceministra para Asia, Medio Oriente y Oceanía del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Capaya Rodríguez, comentó sobre las visitas que el Barco de la Paz ha realizado a Venezuela, en las que sus pasajeros han conocido sobre los avances en materia de educación, medio ambiente, organización comunal, Sistema Nacional de Orquestas, así como también han recorrido sitios turísticos e históricos del país.
La también Embajadora de Venezuela en Filipinas destacó el maravilloso trabajo que realiza la ONG y el ejemplo que dan al mundo, a la vez que reafirmó el compromiso del Gobierno Bolivariano con la abolición de las armas nucleares y el apoyo a todas las actividades que se realizan en el mundo en pro de la paz.
https://www.mppre.gob.ve/2020/11/16/activada-nueva-etapa-solidaridad-cooperacion-japoneses-venezuela/
En su testimonio, la hibakusha Tamaka agradeció las grandes contribuciones de los pueblos de América Latina en dar valor y esperanza a los sobrevivientes de las bombas atómicas y recordó que no fue hasta cumplir 70 años que tuvo valor para hablar de su experiencia por lo dolorosa y trágica, rememorando que en un viaje a Venezuela en 2008 con el Barco de la Paz, en La Guaira, el entonces alcalde Alexis Toledo le insistió en la responsabilidad que tenía de contar al mundo lo ocurrido en Hiroshima en 1945 y en esa oportunidad ofreció su testimonio a Telesur y al canal de la Asamblea Nacional.
En su desgarrador relato, contó que tras la explosión la ciudad desapareció y la gente moribunda huía con la ropa y la piel quemadas; los niños separados de sus padres seguían la caravana de adultos y muchas personas, que no tenían heridas ni quemaduras, caían muertas por el efecto de las altas concentraciones de radiación, y que con el pasar de los años muchos sobrevivientes fallecieron de leucemia y cáncer de tiroides. Ella misma sigue sufriendo de una hemorragia en el intestino grueso, frecuentes roturas en los huesos y catarata en los ojos.
El Barco de la Paz (Peace Boat en inglés) es una organización no gubernamental sin fines de lucro, de ámbito internacional y con sede central en Japón, que trabaja para promover la paz, los derechos humanos, el desarrollo justo y sostenible y el respeto por el medio ambiente.
