Los ministros del Poder Popular para Relaciones Exteriores y la Salud de Venezuela, Jorge Arreaza y Carlos Alvarado, respectivamente, participaron este lunes en una videoconferencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en la que los Gobiernos de Argentina y México presentaron el proyecto de vacuna experimental contra el COVID-19.
Durante su intervención, el canciller Arreaza felicitó la iniciativa de los dos países, destacando que «son momentos de unidad latinoamericanista. Nuestros pueblos ameritan de nuestra unión más allá de cualquier diferencia y posición ideológica. Ojalá que logremos tener la tolerancia y la madurez para proteger a nuestra comunidad, que es muy importante y es un valor que va más allá de cualquier posición política».
Afirmó que Venezuela se suma a la iniciativa de México y Argentina, junto al sector privado. «Queremos estar presente en todos los procesos», planteó, a la vez que expresó que la solidaridad debe caracterizar el camino emprendido por la Celac con respecto a la vacuna.
En este sentido, el ministro Arreaza propuso considerar las capacidades de producción de todos los países miembros y la transferencia tecnológica que debe acompañar el proceso, que cree fundamental para fortalecer los sistemas de salud y abordar el futuro en esta materia.
Asimismo, expuso que debe considerarse las otras opciones de vacuna contra el COVID-19 que se desarrollan, como el proyecto ruso Sputnik V y las capacidades científicas de la República Popular China.
El jefe de la diplomacia venezolana además enfatizó que debe tenerse en cuenta los mecanismos de distribución de la vacuna en los países de la región sujetos a bloqueos y medidas coercitivas unilaterales, como Venezuela, donde la empresa inglesa AstraZeneca, responsable del proyecto de vacuna, fue de las primeras en irse como consecuencia de las ilegales sanciones estadounidenses.
«Debe tenerse algún tipo de mecanismo antibloqueo dentro del esquema que se presenta con la vacuna para poder garantizar que sea de acceso universal para todos los latinoamericanos y caribeños», insistió el Canciller.
También solicitó esclarecer cómo se vincula el desarrollo de la vacuna con el Fondo Covax, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud y su fondo rotatorio.
Cooperación regional
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México, aseveró que «América Latina tendrá su vacuna» contra el COVID-19 y que la cooperación que la hace posible se traduce en salvar vidas; en tanto Felipe Solá, canciller de Argentina, acotó que se trata de un proyecto latinoamericano para latinoamericanos, que genera un autoestima en la región y esperanzas a mediano plazo de superar la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), definió el anuncio de la vacuna como una «extraordinaria iniciativa de cooperación regional» y puso a entera disposición del proyecto la capacidad del organismo multilateral como secretaría técnica de la Reunión Regional de Ministros y Altas Autoridades de Órganos Rectores de Ciencia, Tecnología e Innovación de la región.
De igual forma, Rebeca Grynspan, secretaria general Iberoamericana, destacó que el confinamiento producto de la pandemia ha servido para darle tiempo a la ciencia para sus investigaciones y para «mejorar nuestra cooperación y colaboración; profundizar nuestra solidaridad».
Acotó que el proyecto de vacuna pone en práctica la propuesta del plan de acción expuesto durante la inauguración de la presidencia pro tempore de México en la Celac a principios de este año, sobre promover la colaboración científica y las compras consolidadas en común, a fin de obtener condiciones favorables de calidad, precio y financiamiento.
El proyecto de la vacuna está encabezado y dirigido por el laboratorio AstraZeneca junto a la Universidad de Oxford. Argentina estará a cargo de la producción, mientras que el envasado se realizará en México.