Grupo de países de la ONU y expertos reiteran urgencia de levantar sanciones frente al COVID-19 - MPPRE

Grupo de países de la ONU y expertos reiteran urgencia de levantar sanciones frente al COVID-19

Como «crímenes de guerra», «terrorismo» y «actos de genocidio» calificó este martes las sanciones económicas impuestas contra países, un grupo de expertos y diplomáticos que participó en el seminario web «El impacto de las medidas coercitivas unilaterales en la lucha mundial contra el COVID-19», organizado por las misiones diplomáticas de Belarús, China, Nicaragua, Cuba, Irán, Rusia, Siria, Venezuela y Zimbabue ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La moderación estuvo a cargo de María Fernanda Espinosa, ex presidenta de la Asamblea General de la ONU, quien inició exponiendo que las medidas coercitivas unilaterales son arbitrarias, ilegales, contrarias a la Carta de la ONU y al derecho internacional, y afectan los derechos humanos de los pueblos, incluyendo el derecho a la vida, a la alimentación y a la salud.

En su intervención, Samuel Moncada, representante permanente de Venezuela ante la organización multilateral, apuntó que las medidas coercitivas constituyen un obstáculo ilegal que hace prácticamente imposible que los países sujetos a ellas tengan acceso al sistema financiero internacional o al comercio con libertad para adquirir medicinas o alimentos prioritarios para afrontar la crisis pandémica.

Recalcó que la ONU ha condenado estas sanciones, particularmente cuando se usan como un medio de coerción política contra los países, pero desafortunadamente los Estados que las aplican «no han escuchado estos llamados y siguen actuando con impunidad en contra de la vida humana», por lo que se trata de un crimen de lesa humanidad.

El diplomático venezolano exigió a los países sancionadores que pongan a un lado sus intereses políticos y apoyen el interés común de salvar vidas y enfrentar juntos el enemigo que significa la pandemia de COVID-19.

Alena Douhan, relatora especial de la ONU sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, aseveró que el «virus solo puede combatirse con la cooperación de todos» y que han planteado en distintos escenarios la urgencia de suspender estas medidas coercitivas, porque afectan la capacidad de los países, 20% de los miembros de la Organización, para contener la pandemia, que ha demostrado que «estas sanciones pueden ser mortales».

Otro orador participante, Jeffrey Sachs, economista y director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia (EEUU), recalcó que «estamos lidiando con un liderazgo norteamericano sumamente cruel», con un presidente que no le importa que países estén sufriendo, que en medio de la pandemia redujo sus aportes a la Organización Mundial de la Salud.

Precisó que lo más grave de las sanciones es su extraterritorialidad, pues presiona a otros países a acatarlas por temor a retaliaciones por parte de Estados Unidos. Además, exhortó a buscar mecanismos alternativos para que las naciones afectadas comercialicen fuera del alcance del sistema financiero estadounidense.

Richard Kozul-Wright, director de la División de Estrategias de Globalización y Desarrollo (Unctad), expresó que las medidas coercitivas unilaterales son «una herida abierta» para el sistema multilateral, que debe ser reconstruido especialmente en este momento cuando más se necesita. También destacó la cooperación sur-sur como alternativa para evadir los efectos de las medidas en el intercambio comercial entre países.

«Las sanciones deben ser llamadas como son: crímenes de guerra, porque son tomadas en contra de las poblaciones civiles de estos países y se hace de manera intencional para causar miseria y muertes en sus pueblos. Pueden ser consideradas como un genocidio», manifestó Dan Kovalik, abogado de Derechos Humanos y Trabajo, durante su participación en el seminario virtual.

Insistió en que no basta con evadir las sanciones, sino que la ONU junto con la Corte Penal Internacional tienen el poder para actuar, aplicar el derecho internacional para que todos los Estados miembros puedan ser tratados con igualdad y respeto.

Otras intervenciones correspondieron a Vassily Nebenzia y Majid Takhte Ravanchi, embajadores de Rusia e Irán ante la ONU, respectivamente, quienes abogaron por el multilateralismo y el esfuerzo conjunto de la comunidad internacional ante la pandemia, y coincidieron en que las medidas coercitivas socavan la capacidad de los países para responder a la crisis sanitaria.