Diálogo político: Clave de la victoria de paz en Venezuela - MPPRE

Diálogo político: Clave de la victoria de paz en Venezuela

La clave de la victoria de la paz en Venezuela ha sido, sin duda, el llamado reiterado al diálogo político que ha hecho el presidente de la República, Nicolás Maduro, a los sectores de oposición para dirimir los problemas de la nación de forma soberana y digna, apuntando a derrotar los intentos del gobierno de los Estados Unidos de generar un clima de desestabilización y zozobra en el país. Se cuentan desde el año 2012, no menos de 600 llamados al diálogo hechos por el jefe de Estado a todos los sectores nacionales para construir una alianza estratégica que se sume a la búsqueda de soluciones a los problemas del país, muchos de ellos, originados por el feroz bloqueo económico y comercial que atenta contra los Derechos Humanos fundamentales y que causan sufrimiento al pueblo venezolano, que se mantiene en resistencia y contraofensiva permanente. Colocando al frente el bienestar de la nación, el primer mandatario se apuntó importantes victorias con la Diplomacia Bolivariana de Paz dentro y fuera de la nación, con los actores políticos, sociales y económicos del país. Representantes de partidos políticos de oposición protagonizaron una importante etapa del diálogo y se construyeron seis hitos históricos en el mes de octubre pasado, a fin de avanzar en el debate y la negociación en diversos acuerdos de interés para la nación. En una cronología reciente, se evidencian los frutos de este importante esfuerzo del mandatario nacional. Un conjunto de acciones dio paso a la negociación entre las partes, con una Mesa de Diálogo Nacional, entre ellas se cuentan la incorporación del Bloque de la Patria a la Asamblea Nacional, hoy en desacato, lo que ha dejado como resultado positivo para el pueblo venezolano que se estableciera una nueva junta directiva que apunta a reinstitucionalizar el Poder legislativo en lo inmediato. Otra premisa ya con un orden constitucional de avanzada, ha sido la conformación de un nuevo Consejo Nacional Electoral, que propenda a continuar y sostener las garantías ya consolidadas como derecho fundamental. Para el cumplimiento de este objetivo, se precisa que la Asamblea Nacional salga del desacato y proponga los nombres y perfiles éticos y profesionales de mujeres y hombres probos que conformen el Poder Electoral. En coordinación con el Sistema de Justicia y el apoyo de la Comisión de la Verdad, se han acordado medidas de privación de libertad para quienes hayan cometido delitos contra la República y que estos sean objeto de estudio dentro del ordenamiento jurídico nacional. La defensa de la Guayana Esequiba es un acto de soberanía y de unión nacional que está siendo acompañado por la Mesa de Diálogo Nacional y en el marco del Acuerdo de Ginebra de 1966, único instrumento jurídico válido en los Acuerdos de las Naciones Unidas. El rechazo a las medidas coercitivas unilaterales y el bloqueo comercial y financiero por parte del gobierno de los Estado Unidos, es otro punto de honor de la Mesa de Diálogo Nacional. Ambas partes han propuesto que se instrumente el programa de intercambio de petróleo por alimentos, así como traer medicamentos e insumos para servicios básicos, en concordancia con los mecanismos técnicos existentes en el Sistema de Naciones Unidas. La Mesa de Diálogo Nacional también continuará trabajando en acuerdos parciales en las siguientes materias: Ámbito institucional: Las partes continuarán avanzando en acuerdos sobre el balance y equilibrio entre los poderes constituidos, tales como el funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente, el mecanismo de normalización institucional, el conflicto entre poderes y la superación del desacato de la Asamblea Nacional. Este acuerdo incluirá los procesos electorales que se deberán realizar en un clima de convivencia, de garantías electorales amplias y normalidad política y social. Electorales: Se discute un acuerdo para la aplicación de la representación proporcional de las minorías establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Económicos: Acuerdo para el trabajo coordinado entre el sector público y la empresa privada. Mesas técnicas: Cada acuerdo parcial se mantiene en el debate y son discutidos en mesas técnicas especializadas en cada tema a fin de perfeccionar su contenido, aplicación y ejecución, además de adecuarlos a la Carta Magna venezolana. Estas mesas de trabajo del Diálogo Nacional están conformadas inicialmente por una delegación del Gobierno Nacional y representantes de los siguientes partidos políticos: Movimiento Al Socialismo, Avanzada Progresista, Soluciones y Cambiemos, además de personalidades de la vida política, académica, económica y social.

Antecedentes del injerencismo

El pasado 7 de julio de 2019, el Gobierno nacional anunciaba la continuación del diálogo con la oposición venezolana mediante los auspicios del gobierno del Reino de Noruega. Los encuentros entre los sectores políticos venezolanos tuvieron lugar en Barbados y significan para la República Bolivariana la posibilidad de una distención política a la crisis inducida con énfasis durante este año. La mediación de Noruega apuntaba a establecer acuerdos entre las partes, frente a los desafíos surgidos a partir de los laboratorios de guerra del Pentágono y de la Casa Blanca contra nuestro país. Sin duda alguna un gran reto frente al enemigo del planeta. Previo a este importante paso, Venezuela hizo enormes esfuerzos por el diálogo en República Dominicana en diciembre de 2017 y enero de 2018. Entonces, la oposición asistió sin el respaldo de partidos de ultraderecha que luego participarían en Noruega. Sin embargo, la mayoría de las fuerzas políticas de la oposición estuvieron en República Dominicana y establecieron un pre-acuerdo que luego no firmaron. Diversos fueron los mediadores para el momento, entre ellos el ex jefe del gobierno español Rodríguez Zapatero, quien dio fe de la coincidencia de la oposición venezolana con el chavismo en la realización de elecciones presidenciales y en la generación de garantías electorales. Como ha sido la tónica imperialista al final de la jornada, la oposición decidió no firmar el acuerdo para decepción incluso de los mediadores que participaron en la cita por invitación de los adversarios. El Gobierno Bolivariano denunció ante el mundo que el diálogo en República Dominicana fue implosionado por la acción específica y órdenes del hoy ex secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, dirigidas a Julio Borges, todo ello con la intención de agudizar y prolongar el desarrollo de una crisis integral en Venezuela.

Acuerdos cumplidos dentro del pacto

El gobierno del presidente Nicolás Maduro, empeñado en dar muestras de buena fe para avanzar en la resolución de los problemas que aquejan a los venezolanos, cumplió con los acuerdos de República Dominicana. En primera instancia y de acuerdo al marco jurídico venezolano, liberó personas que habían participado en el ciclo de violencia de 2014 y 2017, y generó garantías para las elecciones presidenciales. Esta gestión se dio en mayo de 2018, con una parte de la oposición participando bajo el auspicio del político opositor Henri Falcón, quien había solicitado en concordancia con la parte del Ejecutivo la observación de la Unión Europea y las Naciones Unidas. No logró el cometido, pues ambas instancias no acudieron. El gobierno de los Estados Unidos, en una grosera acción de desconocer la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la autodeterminación del pueblo que eligió libre y democráticamente a Nicolás Maduro como presidente de la nación a través del voto, atizó su embestida acelerando el bloqueo económico, comercial y financiero contra nuestra nación. A esto se sumó un hecho inédito que hoy es replicado en Latinonoamérica -caso Bolivia- con el aval a la autojuramentación de un presidente paralelo para agudizar un conflicto creado por ellos para intervenir en Venezuela. Esto último, hoy es para los intereses del gobierno de los Estados Unidos un factor influyente que les ha permitido, a través de un personaje autojuramentado de la extrema derecha venezolana, como lo ha sido Juan Guiadó de Voluntad Popular, crear una guerra de intereses y favorecer el pillaje y el saqueo de nuestras riquezas naturales y financieras en el exterior, como es el caso de la filial petrolera Citgo, para favorecer a nuevas cúpulas de la burguesía, expresadas en partidos políticos de rancia y violenta procedencia. Con este poder ficticio otorgado por el imperio estadounidense a un autojuramentado y de facto presidente, Washington ha manifestado su odio fascista contra el pueblo de Venezuela, no solo con el saqueo de las riquezas sino con el terrorismo financiado con recursos de la nación norteamericana y con planes golpistas, como lo fue la llamada “Operación Libertad” a finales del mes de abril, que fracasó en su intento de alzamiento militar gracias a la lealtad patriota de la honorable Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb). De ello solo quedó en el imaginario colectivo una solitaria estampa de Juan Guaidó y de Leopoldo López en un puente al este de Caracas, que delineó la crónica de la derrota y declive de la agenda violenta.

Trump y su persecución contra el pueblo de Venezuela

Con una permanente amenaza bélica, asfixia económica y los intentos de injerencia hacia la Fanb, el gobierno de Estados Unidos protagoniza un ataque a las instituciones venezolanas. A pesar de sus múltiples esfuerzos, los resultados han sido negativos, tanto para Estados Unidos como para sus gestores locales, que han debido saborear la derrota, pues ha sido el diálogo como iniciativa de paz lo que se ha impuesto en todos los escenarios y hoy contabiliza victorias tempranas. Un supuesto gobierno paralelo que sin éxito ha querido ejercer en Venezuela, a lo que se suma un menguado apoyo popular que hoy exhibe la oposición y que contaba con una narrativa mediática de países para mostrar una falsa vigorosidad, que en la realidad está extinguida y que recibe las más duras críticas de la oposición nacionalista y de los cerebros de la guerra imperial. Todos los ataques llevan la firma de Donald Trump.

El centro del ataque siempre ha sido el diálogo

Estados Unidos apunta a desmantelar y desgatar la estructura hoy fortalecida del Diálogo Nacional, con diversos argumentos ya referidos y bajo la premisa de la renuncia del gobierno legítimamente constituido en Venezuela y que lidera Nicolás Maduro Moros. El Norte en su incesante lucha por entregarle el poder de Venezuela a un sector de la ultraderecha que satisfaga sus caprichos históricos de hegemonía y dominación de la Doctrina Monroe, no cesa en atacar el diálogo, por lo que el gobierno venezolano ha hecho lo propio, denunciando ante el mundo las intenciones de destruir la única vía pacífica con la que cuenta Venezuela para enfrentar al enemigo del planeta. La agenda de guerra imperial choca contra la disposición soberana y digna del diálogo y Venezuela levanta las banderas de la paz y el entendimiento conducidas por el presidente Nicolás Maduro. El debate permanente de las ideas marca el rumbo de la consolidación de nuestra independencia y de la construcción de un modelo, el Socialismo del Siglo XXI, que enfrenta al Tigre de Papel, para dejar en los anales de la historia que es con la palabra, la idea y el sentimiento patrio que se consigue la paz duradera. Vicepresidencia