Día Mundial de los Refugiados conmemora la fuerza y valor de ciudadanos que buscan paz en otras naciones - MPPRE

Día Mundial de los Refugiados conmemora la fuerza y valor de ciudadanos que buscan paz en otras naciones

El Día Mundial de los Refugiados, que se celebra cada 20 de junio, conmemora la fuerza, valor y perseverancia de millones de familias que han decidido abandonar sus países por diversos motivos, como temores de persecución por raza, sexo y religión. En este sentido, la fecha también representa un llamado de atención y concientización a los líderes y sistemas de gobiernos del mundo ante el desplazamiento forzado de grupos humanos. Es importante diferenciar que quien se desplaza por bienestar económico no es refugiado sino migrante económico. En el caso de los refugiados, tienen la oportunidad de solicitar a otras naciones protección, la cual no podrá ser rechazada o sujeta a medida alguna que le obligue a retornar al territorio donde su vida, integridad física o libertad personal esté en riesgo. En el caso de Venezuela, desde el año 1986 ratifica el Protocolo Sobre el Estatus de los Refugiados de 1967, por lo que el Gobierno Bolivariano llevó este tema a escala constitucional. Uno de los factores que contribuyó con este proceso en la Patria de Bolívar fue el desplazamiento masivo de ciudadanos colombianos, hacia el territorio venezolano entre los meses de junio y julio del año 1999. Por tal motivo, el Estado venezolano creó la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare) en el año 2000 y con ello se construyó la plataforma legal de refugio en Venezuela, a través de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 69, del año 1999, así como en la Ley Orgánica sobre Refugiados o Refugiadas y Asilados o Asiladas (Lorra), promulgada bajo el mandato del Comandante Eterno Hugo Chávez, el 3 de octubre del año 2001. Venezuela ha acogido a ciudadanos sirios, palestinos, españoles, africanos, belgas, vascos y alemanes, que han sido acogidos y respetados, brindándoles protección y garantizándoles todas las políticas públicas y sociales establecidas en la Carta Magna, sin exclusión; es decir, tienen los mismos derechos y deberes que cualquier ciudadano nacido en Venezuela. En este contexto, el Estado venezolano ha garantizado por años la protección de las ciudadanas y ciudadanos extranjeros que soliciten el estatus de refugiados ante el organismo competente y cumpliendo los procesos administrativos establecidos en los diferentes reglamentos.