Mobiliario de la Casa Amarilla - MPPRE

Mobiliario de la Casa Amarilla

En Venezuela, y muchos países de Latinoamérica, los llamados “estilos” siempre fueron de raigambre europea, pero llegaban a América de manera tardía. La condición de Capitanía General de Venezuela y posteriormente las luchas independentistas y la Guerra Federal afectaron el desarrollo local y la importación de objetos decorativos, entre ellos los muebles que, en la mayoría de los casos, se tenían por objetos cotidianos más que como obras de refinado gusto.
Juego de mobiliario estilo Luis XVI Compuesto de un sofá, una mesa, seis sillas, un espejo y dos topes de mármol, los cuales arribaron a esta sede el 14 de diciembre de 1990, procedentes de nuestra embajada en Puerto España. El conjunto venía acompañado de una consola estilo Napoleón III, y todas las piezas fueron ubicadas en el Salón Bolívar de la Casa Amarilla. Como se sabe, hacia 1874, cuando la antigua Casa de Gobierno fue remodelada y convertida en Palacio Federal de Gobierno, este Salón, llamado entonces de Recepciones, fue decorado con objetos y mobiliario estilo Luis XVI. Es posible que este juego hiciera parte del grupo de muebles adquiridos en la casa parisina Kriéger-Damon para ese propósito y que, por alguna razón y en algún momento, hubiesen sido trasladados a la sede de nuestra representación diplomática en Trinidad y Tobago. Desde la fecha de su ingreso (o reingreso) a la Casa se han adicionado dos sillas de madera dorada estilo Luis XVI Regencia, recuperadas en 1989 de un depósito ubicado en Roca Tarpeya.
  Los muebles podían ser sencillos y otros muy elaborados, creados para satisfacer las necesidades del usuario de acuerdo a los cánones de belleza imperantes en el momento. Cada país imprime su sello a las formas y estilos que son traídos de Europa a las colonias americanas. En la Venezuela colonial, por obvias razones, los estilos adaptados y predominantes eran los españoles, pero luego de la independencia y tras el establecimiento de relaciones diplomáticas con Gran Bretaña, Italia, Holanda y otras naciones, se instalaron casas comerciales y artesanos con diversas influencias. Posteriormente durante el mandato de Guzmán Blanco y hasta la cuarta década del siglo XX, Francia sería el modelo a seguir en todos los ámbitos, incluso en los patrones alimenticios y la segunda lengua. Es importante destacar que en el país no es frecuente que se conserven colecciones de muebles de uso doméstico pertenecientes a las épocas colonial y republicana. La guerra, la crisis económica y la inestabilidad social, producto de la misma, hacen difícil que llegaran hasta nuestros días muestras de esos objetos que podemos considerar como patrimoniales. El uso, manipulación y traslado indebidos por diferentes razones, ha traído como resultado el deterioro irreversible o la desaparición total de los objetos. La colección de la Casa Amarilla posee un importante valor histórico y artístico. Reúne aproximadamente 725 piezas del siglo XIX y XX, entre artes decorativas, textiles y muebles. Incluye variados y valiosos conjuntos de piezas del período republicano, los cuales nos ilustran sobre la materialidad, manufactura y los hábitos sociales de ese momento histórico que se inicia a partir de 1810 con los sucesos del 19 de abril. Entre las piezas más valiosas con las que cuenta la Colección de Mobiliario de la Casa Amarilla se encuentran los muebles que pertenecieron a Raimundo Andueza Palacio, Presidente de Venezuela durante el periodo comprendido entre 1890 y 1892 y Ministro de Relaciones Exteriores entre 1899 y 1900, durante el primer mandato de Joaquín Crespo. El conjunto está formado por seis sillones, seis sillas y un sofá de madera y tela además de una silla de madera y cuero tallado, desde la cual el Presidente Raimundo Andueza Palacio despachaba los asuntos de gobierno, durante el tiempo que le correspondió ejercer la primera magistratura del país. Recordemos que la Casa Amarilla funcionó como residencia presidencial entre 1877 y 1900, año en que el general Cipriano Castro decidió trasladar su despacho al Palacio de Miraflores, por causa del terremoto que sacudió Caracas y otras poblaciones del país.
Mobiliario de Andueza Palacio.
Los datos históricos son muy importantes. Según el documento de titularidad, los muebles que conforman el juego de salón, cuyo estilo se describe como “Isabelino” o “Victoriano”, pertenecieron a la sucesión Andueza Palacio hasta 1899, año en el cual fueron adquiridos por el Sr. Augusto Nouel. Fallecido éste en diciembre de 1928, los muebles continuaron bajo la custodia de su viuda, Sra. Isabel C. de Nouel, quien los dio en venta al Sr. William C. Merritt, ciudadano norteamericano residenciado en Venezuela, el 6 de septiembre de 1946. Finalmente y luego de cincuenta años, en agosto de 1996, fueron donados al gobierno venezolano por Charles W. Merritt (hijo de William Merritt), residente en el estado de Arkansas, Estados Unidos de América. Los trámites de la donación se hicieron por intermedio de la Embajada de Venezuela en Washington. Poco puede decirse en cambio sobre la tradición legal del sillón de madera y cuero, en cuyo respaldo se observan las iniciales RAP (Raimundo Andueza Palacio). Se sabe sin embargo, que está basado en un modelo español, de uso muy extendido en nuestro país durante los siglos XVIII y XIX. Ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores como parte de la misma donación.
Sillón de madera y cuero de Raimundo Andueza Palacio.