Intervención del presidente Nicolás Maduro en 46° sesión del Consejo de DDHH de la ONU - MPPRE

Intervención del presidente Nicolás Maduro en 46° sesión del Consejo de DDHH de la ONU

Asisto en esta oportunidad con beneplácito y en nombre del pueblo de Venezuela a esta importante sesión del Consejo de Derechos Humanos. Las graves e inesperadas circunstancias del COVID-19 que enfrenta la humanidad exigen de los líderes mundiales mayor compromiso en el trabajo por un destino mejor, común y compartido.

La pandemia del COVID-19 ha cobrado la vida de 2 millones 400 mil personas y ha infectado a más de 109 millones en el mundo, exacerbando las injusticias y desigualdades sociales. Una emergencia de tal magnitud ha puesto en evidencia la necesidad de asumir la salud como un derecho humano fundamental. El multilateralismo está demostrando que es la única vía posible para superar las dificultades globales y construir mejores condiciones de vida para los pueblos. En este sentido, queremos reconocer el trabajo orientador de la OMS, que ha logrado las coordinaciones entre los Estados para evitar una tragedia aún mayor.

Venezuela, por su parte, ha logrado mitigar y controlar la pandemia gracias a una política social preexistente de salud pública, de calidad y de seguridad social, y a la implementación de metodologías de bioseguridad fundamentadas en la participación ciudadana, así como en la aplicación de tratamientos científicos complementarios que ponemos a la orden de los Estados miembros, con la mayor humildad.

No ha sido fácil. Nuestra Patria enfrenta una guerra multidimensional, orientada a acabar con el modelo social inclusivo de la Revolución Bolivariana. Acciones de presión desmedida y de persecución contra nuestro país, a través de la imposición de más de 450 medidas coercitivas unilaterales e ilegales, que han resultado en un bloqueo y una obsesiva persecución contra las capacidades del Estado y de la sociedad venezolana.

Por medio de las mal llamadas sanciones, Venezuela ha sido privada de al menos 30 mil millones de dólares en efectivo, que forman parte de los activos de la República en el exterior, recursos que debieron, y deben ser, utilizados para atender la salud, la alimentación y los derechos integrales de nuestro pueblo. Los secuestradores de los activos y recursos del Estado venezolano han demostrado una gran crueldad, incluso en circunstancias de pandemia, destacando y desacatando los llamados del Secretario General de Naciones Unidas, de la Alta Comisionada y, especialmente del pueblo venezolano, y han incrementado las agresiones económicas, generando una crisis humanitaria de manera alevosa y premeditada.

Aún en estas circunstancias hostiles, hemos hecho grandes esfuerzos para garantizar el Estado de Social de Bienestar Bolivariano, que hoy se ha visto profundamente vulnerado por las sanciones coercitivas, ilegales y unilaterales. No detendremos, sin embargo, la marcha de los programas dirigidos a garantizar la seguridad social del pueblo venezolano. Con este fin, hemos fortalecido nuestra cooperación con el Sistema de Naciones Unidas de manera integrada, con todos sus organismos especializados, programas y fondos.

El Gobierno venezolano renovó en septiembre del 2020, por un año más, el Memorando de Entendimiento con la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos para continuar fortaleciendo los vínculos de cooperación y asistencia técnica en materia de promoción y protección de los derechos humanos en Venezuela.

Reitero que el Estado venezolano trabajará decididamente con los actores de este Consejo de Derechos Humanos, así como también ratifico que no aceptaremos la injerencia o intervención de ningún mecanismo inquisidor contra nuestra Patria Venezuela, que pretendan usar la justa causa política para un cambio de régimen por la fuerza en nuestro país.

Están equivocados quienes creen que Venezuela disminuirá la cooperación alcanzada con la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos, como consecuencia de estas provocaciones ideologizadas de un grupo de gobiernos.

Me permito informar a los Estados miembros que hace pocos días culminó la visita de la Dra. Alena Douhan, Relatora Especial del Sistema de Naciones Unidas sobre las repercusiones negativas de las Medidas Coercitivas Unilaterales aplicadas sistemáticamente contra el pueblo venezolano.

La Dra. Alena Douhan realizó una amplia agenda de reuniones que le permitió dialogar con diversos actores políticos, empresariales y sociales sobre la realidad de Venezuela. Las conclusiones de su informe preliminar son contundentes, al demostrar que las sanciones y medidas coercitivas unilaterales aplicadas por EEUU y la UE, como herramienta deliberada para alcanzar un cambio de régimen en Venezuela, violan flagrantemente el derecho internacional y todos los instrumentos universales y regionales de derechos humanos.

El informe reconoce, concretamente, que estas acciones extraterritoriales atentan contra la vida del pueblo venezolano y contra el disfrute pleno de los derechos económicos y sociales conquistados democráticamente en las últimas dos décadas.

La Relatora exigió el levantamiento de las sanciones contra Venezuela, la devolución de sus activos y las garantías de acceso del Estado venezolano a los recursos que han sido ilegalmente congelados en el mundo, así como el acceso al sistema financiero mundial.

Este es el clamor de casi 30 millones de venezolanos y venezolanas víctimas de estas medidas coercitivas unilaterales e ilegales, de esta agresión económica multidimensional.

A pesar de la campaña contra la democracia venezolana y los boicots orquestados desde Washington y Bogotá, el pasado 6 de diciembre el pueblo venezolano eligió su nueva Asamblea Nacional, su nuevo Poder Legislativo de entre casi 14 mil candidatos y candidatas, pertenecientes a 107 organizaciones políticas representativas de todas las tendencias ideológicas y políticas del país. La jornada transcurrió en paz y el nuevo cuerpo parlamentario ya se encuentra legislando para blindar aún más las garantías políticas al pueblo de Venezuela.

Reiteramos, en ese sentido, nuestro llamado al respeto a la autodeterminación de los pueblos y sumamos esfuerzos para el fortalecimiento del multilateralismo, de la concepción de un mundo multipolar, sin hegemonismos, al tiempo que reafirmamos nuestro compromiso con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030. Ninguna agresión desviará a nuestro país de este noble propósito.

El Libertador Simón Bolívar, Libertador de América, afirmó hace 200 años que el sistema de gobierno más perfecto es aquel que brinda a sus ciudadanos la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política. Así lo creemos y estamos para que todos los actores del Consejo de Derechos Humamos y del Sistema de Naciones Unidas hagamos de estos nuestros principios en el Sistema de Naciones Unidas y garanticemos en conjunto la seguridad y la estabilidad de la humanidad.

Cambiemos el sistema capitalista depredador que tanto dolor, muerte y miseria ha generado. Pensando en el futuro de la especie nada es imposible, seamos capaces de crear un sistema de justicia y equidad sobre los pilares del respeto de los Derechos Humanos, de los Derechos Sociales y del Derecho Internacional.

Muchas gracias, señoras y señores miembros del Consejo de Derechos Humanos, señora Presidenta, muchas gracias.