A 56 años de la suscripción del histórico Acuerdo de Ginebra, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Félix Plasencia, reiteró este jueves que solo a través del entendimiento sereno, la verdad histórica y el camino de la paz, será posible dirimir la diferencias y llegar a un arreglo práctico y satisfactorio sobre el territorio en controversia de la Guayana Esequiba.
“Es un día de júbilo, porque hoy conmemoramos los principios del derecho internacional público, todo lo bueno de la humanidad pasada, presente y futura, y a un instrumento internacional legal e histórico, inscrito en la evolución más genuina del derecho”, destacó en el marco de un conversatorio realizado en la Cancillería venezolana para conmemorar la fecha.
Reiteró que esta controversia fue el resultado, al igual que muchas otras disputas territoriales, de la herencia colonialista, de las acciones de potencias extranjeras y ajenas a Nuestra América, que pretendían hacerse con el territorio venezolano, lo que hoy es calificado como uno de los más graves crímenes de lesa humanidad.
“En vez de legarnos cultura, humanidad y prosperidad, nos legaron dificultades y conflictos que aún generan daños y perjuicios a los pueblos”, acotó.
En la actividad participaron dos distinguidos profesores, los catedráticos Antonio Remiro Brotons y Carmelo Borrego, quienes además son parte del cuerpo de juristas que acompañan a la República en su reclamación histórica.
Por otra parte, el diplomático venezolano exhortó a la República Cooperativa de Guyana a entender que no puede hacer uso a su antojo del territorio controvertido, ni de los mares aún sin delimitar, “en flagrante lesión del Acuerdo de Ginebra y de las normas más elementales de buena vecindad”.
“Venezuela jamás aceptará tales pretensiones, ni extralimitaciones y las ha protestado y protestará firmemente”, agregó el Canciller venezolano.
En este sentido, Plasencia recordó que en 1962, la nación bolivariana dejó claramente establecido ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), la legitimidad y honestidad sobre la reclamación territorial, lo que dio lugar a la suscripción en 1966 de este tratado internacional único suscrito con el Reino Unido de la Gran Bretaña y la antigua Guayana Británica que, en ese mismo año, se convertiría en una República hermana independiente, manteniendo este compromiso con Venezuela.
Finalmente, reiteró que el Gobierno Bolivariano no ha dado consentimiento alguno para que instancia judicial alguna, incluida la Corte Internacional de Justicia (CIJ), conozca de esta controversia y denunció que este tribunal actúa de manera ilegítima, por no tener jurisdicción para dictar una decisión preliminar.