Avanza en Cataluña el proyecto de la Misión José Gregorio Hernández - MPPRE

Avanza en Cataluña el proyecto de la Misión José Gregorio Hernández

Beatificación del médico venezolano celebrada en Barcelona con la presencia del Cónsul General de Venezuela. Una iniciativa promovida por una emprendedora ecuatoriana volcada en obras sociales.

En su restaurante en la céntrica calle Padilla de la ciudad de Barcelona, a pocos metros de la Sagrada Familia, la ecuatoriana Annabel López, rebosante de felicidad, celebra lo que ha esperado por cuarenta años: la beatificación del médico venezolano José Gregorio Hernández, de quien es ferviente devota. ”Para nosotros siempre ha sido Santo. Pero ahora que ha sido elevado a los altares, tenemos aún más fuerza para gritar al mundo sus milagros y decir:“¡Sí! ¡Es verdad!”.

Anabell es un volcán de energía y tiene la alegría de una niña. Entra y sale de la cocina, canta, baila, sirve las mesas, no sin mirar a cada momento el televisor que transmite en directo los prolegomenos de la misa de beatificación que se celebra en Caracas. Con ella, sus familiares y amigos más íntimos: una pequeña reunión marcada por las medidas que impone la pandemia en la que el Cónsul General de Venezuela en Barcelona, Néstor López, fue invitado especial. Velas, flores, imagenes del Santo y música en vivo, completan el escenario.

”Tenía 18 años cuando en Ecuador me hablaron por primera vez del ‘Médico de los pobres’ y de sus milagros. Me acerqué a él, y él enseguida le devolvió la vista a mi abuela, sanó a una amiga moribunda con graves fallas renales, volvió a la vida a mi hijo, nacido con problemas en el celebro – recuerda. Desde entonces me dedico a enseñar la palabra de Dios y la obra de su eminente científico, José Gregorio”.

En Balzar, su ciudad natal a dos horas de Guayaquil, Anabell ha construido una Iglesia y un pequeño santuario en honor a José Gregorio Hernandez que funcionan como centro de ayuda para los enfermos de la zona. En Barcelona, donde vive desde hace 40 años, es el corazón de una red de solidaridad y obras sociales que buscan garantizar el derecho a la salud de las personas en situación de necesidad, proporcionarles una mejor calidad de vida y evitar la exclusión social, inspirada por el ejemplo del beato doctor. Todo financiado por sus cuatro restaurantes de comida latinoamericana, a los que pronto sumará otros dos locales. No unos locales cualquiera, sino el ‘Centro de Información’ sobre las ayudas y la sede de la asociación ‘Misión Dr. José Gregorio Hernández’, con la que espera sistematizar todo el trabajo social que hasta ahora ha venido desarrollando de manera anónima.

”En mis restaurantes ofrecemos platos muy ricos y abundantes a precios populares, y con lo recaudado respondemos a los que nos piden ayuda. También organizamos fiestas, bautizos, matrimonios  (…) yo, que también soy cantante, pongo mi voz y mi trabajo sin pedir nada a cambio, porque gracias a José Gregorio lo he tenido y lo tengo todo, siempre me pone en el camino lo que necesito para difundir su verdad”. Precisa que no se trata de centros para limosnas, sino de una “red de ayuda para los que se dejan ayudar”.

Si alguien necesita un medicamento, lo acompaño a la farmacia a comprarlo; si no logra pagar el alquiler, voy con él al banco y cancelamos las deudas: el mundo es rico en oportunidades, pero hay que aprender a luchar.

En espera de que se estrene la Misión, Annabel ya sueña con un nuevo proyecto: la ‘Gran Feria Internacional’ de organizaciones de apoyo social inspiradas en José Gregorio Hernandez.

Se trata de replicar en el exterior nuestro sistema de ayuda, vincularnos con otras asociaciones y crear una gran red de solidaridad que trascienda las fronteras. Un llamado al ser humano, del país y de la religión que sea, para que una sus esfuerzos al de otras personas, organizaciones e instituciones públicas y privadas, en un genuino compromiso social, con espíritu de solidaridad y compasión. Obviamente en nombre de José Gregorio Hernández, fuerza inspiradora de este y de todos sus propósitos.

José Gregorio nace en Venezuela pero es conocido y reconocido en toda América Latina, mucha gente es devota y está unida en esta fe. Muchos otros lo admiran por su labor social a favor de los más desfavorecidos, en una época en la que no existía un sistema público de salud. Así que con la Gran Feria reafirmaremos al médico venezolano como símbolo y vehículo de unidad e integración latinoamericana y mundial, ahora que tanto se necesitan. El que quiera ayudar, que nos busque. Y el que no tiene cariño, que nos busque también, porque se lo vamos a dar – concluye con una sonrisa.

Consulado Generalde Venezuela en Barcelona