En representación de la República Bolivariana de Venezuela, el viceministro para Temas Multilaterales de la Cancillería venezolana, Alexander Yánez, propuso incluir un pronunciamiento contra las medidas coercitivas unilaterales en la Declaración Final de la XXVII Cumbre Iberoamericana, «por su ilegalidad y por su afectación a la sociedad, a la economía y a los derechos humanos» de los pueblos que son víctimas de esta política imperial y genocida.
Al concluir la III Reunión de Coordinadores Nacionales y Responsables de Cooperación de la Conferencia Iberoamericana, que prepara la cumbre del mecanismo de integración, el diplomático venezolano señaló que discutieron el contenido de la Declaración Final de la misma, que versará sobre la innovación para el desarrollo en el contexto de la pandemia de COVID-19.
Señaló que también se planteó diseñar una hoja de ruta para reorganizar el cronograma de la Conferencia Iberoamericana sobre la base del impacto y la afectación del COVID-19, al no poderse realizar las reuniones presenciales.
Igualmente, Andorra presentó un informe de su gestión durante este año de trabajo al frente de la presidencia pro tempore de la Conferencia Iberoamericana y se debatió la propuesta de crear un grupo de trabajo sobre el tema económico, precisó el Viceministro para Temas Multilaterales.
Este lunes, durante el primer día de la reunión virtual, el representante venezolano recalcó que las medidas coercitivas unilaterales “son un virus maligno que debe ser erradicado”, luego de comparar que, al igual que el COVID-19, esta política del Gobierno de Estados Unidos mata personas, destruye la economía y daña los sistemas de salud de las naciones sujetas a ella.
Venezuela además exhortó a trabajar en la configuración de una nueva geopolítica post COVID-19, centrada en el fortalecimiento del multilateralismo y en la creación de un nuevo pacto social basado en el ser humano y no en la economía.
