Este jueves, desde la conferencia virtual internacional de trabajadores del transporte, pesca, puertos y comunicación en solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, agradeció a la clase obrera internacional por su lucha incansable para la construcción de una sociedad nueva y por su respaldo a la Revolución Bolivariana.
«Quiero darles las gracias por la solidaridad, sobre todo a la clase obrera internacional. Siempre los sindicatos e incluso en el seno de aquellos países donde sus gobiernos han condenado al presidente Maduro sin juicio previo, y donde la mayor parte de la opinión pública está confundida o bombardeada, allí nos apoyan», expresó.
Precisó que son los trabajadores la gran contención contra la mentira, la inmoralidad y quienes más allá de los medios de comunicación masivos occidentales absolutamente al servicio de la clase dominante, defienden la verdad.
El canciller Arreaza, además, conmemoró los 190 años del asesinato del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, haciendo un recorrido histórico por las luchas que se libraron en aquella época
Clase obrera conciente
Con respecto a la aplicación de sanciones unilaterales y violatorias de derechos humanos por parte de la administración de Donald Trump, el ministro de Relaciones Exteriores informó sobre la persecusión y presiones a empresas internacionales para que no comercialicen con Venezuela, medidas que han provocado la quiebra de las mismas.
«No trabajarán con Venezuela porque saben que las van a perseguir. Una empresa mexicana acaba de declararse en quiebra porque recibió petróleo venezolano a cambio de alimentos para los venezolanos, y los presionaron hasta ese punto».
El canciller venezolano reiteró que ante la Corte Penal Internacional (CPI) se están sumando las pruebas de todas estas violaciones para determinar las responsabilidades individuales de las personas que han tenido acceso al poder en Estados Unidos y que han firmado los decretos y declaraciones para saquear al pueblo venezolano.
Asimismo, negó que haya excepciones de estas medidas coercitivas unilaterales por razones humanitarias, hecho que han ratificado senadores demócratas de este país.
«Confiscaron el año pasado Citgo, que aunque no podíamos repatriar nuestras ganancias, nos servía para importar los aditivos, se robaron una empresa venezolana en Colombia, Monómeros, que es propiedad de Pequiven, se robaron 32 toneladas de oro de nuestras reservas venezolanas en el Reino Unido en el Blanco de Inglaterra(…)Un asalto lo que han hecho con los recursos venezolanos, es necesario que la clase obrera tenga conciencia de esto», recalcó.
En este sentido citó al ex asesor para la sanciones contra Irán durante el gobierno de Barack Obama –Richard Nephew- quien decía que el objetivo de las sanciones es causar dolor en los pueblos, para que ese dolor los lleve al desespero y finalmente a derrocar al gobierno que enfrentan precisamente por el dolor que se les está infligiendo.
Por su parte, el ministro del Poder Popular para el Proceso Social del Trabajo, Eduardo Piñate, determinó que el concepto de construcción del socialismo bolivariano precisa una profunda transformación de la economía venezolana para superar la herencia rentista del petróleo que tiene más de 100 años.
Participaron en la conferencia virtual, representantes de la clase obrera y trabajadora de Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Estados Unidos y España.