El concejo municipal de la ciudad estadounidense de Berkeley, en California, emitió una resolución mediante la cual insta al gobierno de Donald Trump a retirar las medidas coercitivas unilaterales impuestas a la República Bolivariana de Venezuela y abstenerse de una intervención militar o diplomática en los asuntos internos del Estado soberano venezolano.
En la decisión, se afirma el derecho soberano del pueblo venezolano a negociar sus diferencias políticas sin intervención extranjera.
El órgano edilicio denuncia que Estados Unidos “ha reforzado las sanciones económicas unilaterales, incluida la confiscación de las propiedades petroleras y cuentas bancarias de Venezuela en los Estados Unidos y las sanciones financieras que impiden que Venezuela produzca su petróleo o garantice su crédito o refinancie su deuda, lo que aumenta las dificultades para los venezolanos impidiéndoles el acceso a alimentos y medicamentos importados, mientras que buscan hipócritamente promover una confrontación militar forzando camiones cargados de ayuda a través de las fronteras de Brasil y Colombia”.
Del mismo modo, advierte que la campaña estadounidense de cambio de régimen en Venezuela viola el derecho internacional, va en contra de los intereses del pueblo de Venezuela y del pueblo de los Estados Unidos.
Considera, además, que “Estados Unidos históricamente ha usado su poder económico para desestabilizar a los países de mentalidad independiente, el caso más famoso, el de Chile a principios de la década de 1970, haciendo que la economía «chillara», así como Nicaragua en la década de 1980, para luego utilizar la miseria económica de los pueblos como pretexto para la intervención militar”.
El concejo municipal de Berkeley solicitó, en consecuencia, al secretario de la ciudad que envíe una copia de la resolución a la representante Barbara Lee, a la representante Nancy Pelosi, a la senadora Dianne Feinstein, a la senadora Kamala Harris, al presidente Donald Trump y al secretario de Estado Mike Pompeo.