Hace 5 años la FAO acordó nombrar “Hugo Chávez” a su Plan para Erradicar el Hambre y la Pobreza - MPPRE

Hace 5 años la FAO acordó nombrar “Hugo Chávez” a su Plan para Erradicar el Hambre y la Pobreza

Venezuela en constante lucha para erradicar la desigualdad, desde que inició la Revolución Bolivariana, ha merecido el reconocimiento a escala mundial de diversos organismos, tal es el caso de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que valoraron los avances del país suramericano en la lucha contra el hambre. En 2012, la nación obtuvo el primer reconocimiento del organismo por la reducción del hambre y la pobreza extrema en más de 50%. Los años 2013, 2014 y 2015, también recibió distinciones en la materia. En informe conjunto realizado por la FAO y la OPS, denominado Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe, ambos organismos llamaban a las naciones a tomar acciones para hacer realidad la erradicación del hambre y la malnutrición en todas sus formas. Según las últimas cifras de la FAO (2014-16), 34,3 millones de personas sufren de hambre, lo que equivale a un 5,5% de la población de América Latina y el Caribe. Esto representa una reducción importante desde 1990-92, cuando el hambre afectaba al 14,7% de la población. Suramérica ha logrado reducir el hambre a niveles inferiores del 5%, desde 15,1% en 1990-92; Mesoamérica, en igual periodo, logró reducir el hambre desde 10,7% a 6,6%; y el hambre en el Caribe cayó desde 27% a un 19,8%. Sin embargo, la FAO y la OPS indican que no todos los países de la región marchan al mismo ritmo. Nueve países de la región han bajado sus niveles de subalimentación a menos del 5%: Argentina, Barbados, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, México, Uruguay y la República Bolivariana de Venezuela. Once naciones consiguieron la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, reduciendo su prevalencia de subalimentación a menos de la mitad con respecto a los niveles de 1990-92: Argentina, Brasil, Chile, Cuba, Guyana, Nicaragua, Perú, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas, Uruguay y la República Bolivariana de Venezuela. Para ambos organismos multilaterales la razón de la reducción del hambre en América Latina y el Caribe “se encuentra el crecimiento económico de la región, especialmente durante la década del 2000, que trajo consigo importantes aumentos de los ingresos de las familias, reduciendo la pobreza y mejorando la capacidad fiscal para la implementación de políticas públicas sociales”. En ese sentido, Venezuela ha sido ejemplo para el mundo al ser uno de los países que en los últimos 20 años ha dedicado mayor cantidad de su presupuesto nacional a la inversión social, pese a estar sometidaen el último trienio a una guerra no convencional que ha distorsionado la economía, generando escasez e inflación para afectar la producción y distribución de alimentos y productos básicos.

Justo homenaje

El 7 de abril de 2014, fue precisamente la FAO quien bautiza con el nombre de “Hugo Chávez” el Plan de Acción para la Erradicación del Hambre y la Pobreza, que adelanta el organismo. Marcelo Resende, representante de la FAO en Venezuela, manifestó que Hugo Chávez fue un hombre muy sabio cuando afirmó que “el hambre no es un problema técnico, ni un producto del mercadeo sino un problema político, producto de la desigualdad social en el mundo, por lo tanto combatir el hambre tiene que estar complementado de políticas públicas”. Asimismo, expresó que nombrar el Plan para la Erradicación “es un justo homenaje al Presidente Eterno por su gran liderazgo y compromiso social, tanto para su pueblo como para los pueblos de América”. El objetivo del programa es garantizar el derecho humano a la alimentación y fortalecer la seguridad alimentaria. Está dirigido a las naciones que forman parte de los mecanismos de integración regional Petrocaribe y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América–Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP). Ese año se estableció que los países miembros deben aportar un porcentaje de los recursos ahorrados en el comercio solidario de hidrocarburos para destinarlo a proyectos agroalimentarios que garanticen la buena nutrición de sus pueblos.

Política económica revolucionaria

La lucha por la reducción del hambre ha sido una de las metas fundamentales de la Revolución Bolivariana, que ha ido conquistando por etapas. Se traduce en una iniciativa impulsada y planteada inicialmente el comandante Hugo Chávez y que el presidente Maduro ha ido acentuando. En mayo de 2014, durante su participación en la 33ª Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, realizada en Santiago de Chile, el entonces vicepresidente para el Área Social de Venezuela, Héctor Rodríguez, destacó que 14 millones de personas lograron salir del hambre en América Latina en los últimos 10 años, gracias a las políticas sociales aplicadas en estos países. “El aumento sostenido en la inversión social en Venezuela es resultado de una política económica revolucionaria que se planteó el rescate y el control de nuestros recursos naturales estratégicos, como es el caso del petróleo”, dijo. En ese entonces, resaltó que en los últimos 15 años Venezuela ha tenido unos ingresos fiscales de 972.564 millones de dólares, de los cuales 64% se ha destinado a la inversión social. Sobre el tema alimentario, Venezuela es referencia. Puntos de distribución de alimentos, que funcionan a través de iniciativas como las Casas de Alimentación, el Programa de Alimentación Escolar (PAE), y los Mercados de Alimentos (Mercal),la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval) y Abastos Bicentenario, resaltan entre las primeras experiencias para contribuir a erradicar el hambre. Asimismo, la entrega de tierras a campesinos, siendo este un tema muy importante para la erradicación del hambre y la pobreza, así como los créditos y las cadenas de distribución; pero también las cadenas existentes en América Latina y El Caribe, a través de convenios con naciones como la República Islámica de Irán, República Popular China, Bielorrusia y Rusia, para la producción de alimentos, se suman a los mecanismos impulsados por la Revolución Bolivariana. La Misión Alimentación, programa universal de distribución, abastecimiento y expendio de productos subsidiados, que creó Chávez en 2003, también ha sido determinante para la erradicación del hambre. Para atender a las familias víctimas de la especulación y el acaparamiento por parte del sector privado, en marzo de 2016, el Presidente de la República, Nicolás Maduro, impulsó otra iniciativa, los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), que se encargan de distribuir productos de primera necesidad directamente a los hogares. Hasta la fecha, más de 6 millones de familias reciben sus alimentos, a través de los CLAP. Pese a que en los últimos años Venezuela ha sido sometida a un bloqueo financiero, económico y comercial, impuesto ilegalmente por el gobierno estadounidense, que lesiona los derechos esenciales del pueblo, el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro se preocupa por mejorar el sistema de alimentación del país. A causa de sanciones económicas le han sido retenidos a Venezuela pagos y restringidos los accesos a insumos vitales, como es el caso de los medicamentos y los alimentos. Aun así, distintos voceros del Gobierno Nacional han asegurado que ningún bloqueo o agresión hará irreversible el modelo productivo socialista diversificado, que trascenderá el rentismo petrolero. El modelo de producción nativo de la Patria está basado en el desarrollo y la producción desde el conocimiento liberador que permite la posibilidad de reconocer la cultura, las técnicas ancestrales de producción, la preservación de la naturaleza, los recursos naturales y el trabajo en conjunto, implementando el esquema venezolano con la intención de desarrollar la economía del país./ Prensa Digital MippCI